Aristolochia pistolochia L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

2424

Se distribuye por la parte mediterránea de la Península Ibérica y aunque alcanza el sur de Francia, falta en Baleares.

Florece de abril a julio.

Se cría en suelos mayormente calcáreos, matorrales poco densos, encinares, cultivos y ribazos, entre 400-1400 m.

Si bien el carácter emenagogo y abortivo de estas plantas se conoce desde antiguo, desde que en el siglo XVI se empieza a mencionar la virtud de A. clematitis para purgar la bilis, este uso de las Aristolochia es el que más ha persistido en España, seguido del empleo como depurativo de la sangre en los animales domésticos. Persisten asimismo el conocimiento de su sabor amargo, de su olor nauseabundo y del valor no solo curativo sino también preventivo de algunos tratamientos. Desde que se descubrió que a dosis altas podía provocar trastornos estomacales, vómitos, dolores intestinales e incluso el aborto, tanto en los animales como en el hombre, se emplea mucho menos.

Aristolochia baetica es la única especie comestible, en sustitución de los espárragos en un guiso, y se ha confundido con la zarzaparrilla (seguramente Smilax aspera L.). También se ha empleado en Andalucía como antídoto en caso de mordedura de víboras; de hecho, en otro tiempo para el mismo fin se usaban otras congéneres americanas. El nombre actual de hierba de las víboras con que las personas mayores conocen las Aristolochia en el Campo de Calatrava (Ciudad Real) puede tener este origen, toda vez que la forma de la hoja recuerda la cabeza de esos ofidios.

En resumen, las Aristoloquia cayeron en desuso a partir del siglo XVIII. Así, avanzado el XIX, el farmacéutico Latorre (cf. Villar, 2006), anotaba para A. pistolochia en el Pirineo aragonés: “Las raíces de esta especie y de otras congéneres se han usado contra el reumatismo, la clorosis, la parálisis, etc., y exteriormente para detener las úlceras”.

Y recientemente, otros autores reafirman ese abandono: “Los usos tradicionales de estas plantas han sido como emenagogo, purgante, vulnerario y abortivo”.