Las carreteras y otras infraestructuras lineales se cuentan entre los artefactos de origen humano más grandes y visibles del planeta en la actualidad y representan una amenaza tanto para las especies amenazadas como para las comunes, debido principalmente a la mortalidad adicional por colisiones con vehículos. Existen pruebas fehacientes de que la mortalidad adicional no natural afecta a muchas especies y un número creciente de poblaciones podría tener un mayor riesgo de extinción a menos que se apliquen medidas de mitigación eficaces. A escala mundial, Europa se encuentra entre las regiones con mayor densidad de infraestructuras de transporte. Entre 1970 y 2000, los kilómetros de carreteras construidos se triplicaron con creces en varios países de Europa (UE-15), alcanzando hasta 3 millones de km, de los cuales unos 51 500 km correspondían a autopistas (1,7%). En la actualidad, el 50% del continente se encuentra a menos de 1,5 km de infraestructuras de transporte, lo que puede provocar el declive de aves y mamíferos. Necesitamos urgentemente avanzar en nuestra comprensión de cómo afectan las carreteras a la biodiversidad a través de dos pasos: 1) identificar qué especies y regiones están más expuestas al riesgo de las infraestructuras; y 2) determinar dónde esos riesgos se traducen en impactos (pérdida de biodiversidad). La ecología de carreteras como disciplina se ha centrado en gran medida en el primer paso. En Europa se han calculado las tasas de mortalidad por atropello de una amplia gama de vertebrados y se han detectado millones de víctimas cada año. Sin embargo, aún carecemos de estimaciones para todas las especies o zonas, incluso en regiones bien estudiadas. El objetivo de este estudio es determinar qué especies corren peligro debido a las carreteras y dónde pueden afectar a la persistencia de las poblaciones y a la biodiversidad. Nos centramos en especies de aves y mamíferos de Europa como caso de estudio. En primer lugar, desarrollamos un modelo predictivo de las tasas de atropellos basado en diversos rasgos de las especies que nos permitió predecir las tasas de todas las especies de aves y mamíferos terrestres europeos y cartografiar la incidencia potencial de los atropellos. Ajustamos modelos de regresión de bosque aleatorio basados en rasgos por separado para aves y mamíferos con el fin de explicar las tasas empíricas de atropellos. Utilizamos todas las tasas de atropellos disponibles y los siguientes predictores: datos de rasgos de las especies, múltiples características del estudio (latitud y longitud e intervalo de estudio) para tener en cuenta la abundancia y detectabilidad de las especies, y orden taxonómico para tener en cuenta las relaciones evolutivas. En segundo lugar, utilizamos un modelo de población generalizado para estimar la vulnerabilidad a largo plazo a la mortalidad en carretera. Estimamos que cada año pueden morir en la red europea de carreteras unos 194 millones de aves y unos 29 millones de mamíferos. En general, las especies con mayores tasas de mortalidad por atropello difieren de aquellas en las que es probable que el atropello afecte a la persistencia a largo plazo. Unos modelos simplificados de los rasgos de las especies y de las interacciones entre la fauna y las carreteras a macroescala permiten una primera evaluación de la mortalidad de la fauna en las carreteras y de sus implicaciones para la persistencia de las poblaciones. Este enfoque macroecológico proporciona orientación para la planificación nacional de carreteras, apoya la definición de áreas objetivo para pruebas posteriores a una resolución de escala más fina y, en última instancia, prioriza áreas específicas donde la mitigación sería más beneficiosa.