Nombre | Figura de protección | Descripción |
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Rios Ega-Urederra |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La ZEC se localiza en el dominio de las estribaciones de la Cordillera Cantábrica. Hacia el sur (a partir de la cubeta terciaria de Oco), el resto de la cuenca del río Ega se encuentra bajo el dominio de la depresión del Ebro.
En la zona de cabecera de la cuenca del Ega, hasta Estella-Lizarra, destacan los materiales calcáreos mesozoicos y pleistocenos que, por su alta resistencia a la erosión, dan lugar a las sierras de Lokiz y Urbasa y Andia, relieve que se acentúa debido a que estos materiales descansan sobre una formación básicamente margosa de edad cretácica. Por otro lado, en el tramo final del Lugar destaca el diapiro de Estella, una zona donde los materiales plásticos del triásico denominados keuper (arcillas abigarradas con intercalaciones de yesos) ascienden rompiendo las capas superiores y dando lugar a estructuras más o menos circulares. Estas rupturas son debidas a presiones provocadas por la falla de Estella y provocan la subida de otros materiales de capas interiores que afloran como rarezas en el diapiro (se trata de granitos, gneises, gabros y rocas paleozoicas).
El río Ega nace en las inmediaciones de Lagrán (Álava), discurriendo hasta Estella-Lizarra encajonado entre la Sierra de Lokiz al norte y las prolongaciones de Sierra de Codés al sur. El río Urederra, principal afluente del Ega, nace en el puerto de Baquedano, al sur de la Sierra de Urbasa, siendo los manantiales que constituyen su nacedero el principal drenaje del acuífero de Urbasa.
Los paquetes carbonatados (calizas) sedimentados durante el cretácico y el paleoceno-eoceno junto el aluvial detrítico del cuaternario definen los principales acuíferos de la cuenca del Ega. Respecto a la zona dónde se sitúa el Lugar, cabe destacar los acuíferos de Lokiz y de Urbasa. Sus principales manantiales son Genevilla, Alborón (en Arquijas), Ancín e Itxako para Lokiz y el nacedero del Urederra para el acuífero de Urbasa. Ambos acuíferos presentan un papel importante en verano, ya que sus aportaciones de agua amortiguan el fuerte estiaje que sufre la cuenca en esta época del año.
Desde el punto de vista biogeográfico de detalle, aunque la zona de cabecera del río Urederra se incluye en el sector Cántabro-Euskaldun y distrito Navarro-Alavés de la región eurosiberiana, el resto del río Urederra hasta la confluencia con el Ega y el tramo del Ega en su totalidad, se incluyen en el sector Castellano-Cantábrico y distrito Estellés de la región mediterránea (Loidi & Báscones 2006).
Los ríos Ega y Urederra atraviesan una amplia zona del oeste de Navarra, dónde concurre la transición de la región eurosiberiana a la mediterránea. Esta transición queda especialmente reflejada en la vegetación de la cuenca del río Urederra, que nace en un entorno de hayedos (nacedero del Urederra perteneciente a la serie de los hayedos Epipactido helleborines-Fago sylvaticae S.), transitando hacia robledales de Quercus humilis (Roso arvensis-Querco humilis S.) en Améscoa Baja, para pasar a quejigares (Spiraeo obovatae-Querco fagineae S.), carrascales (Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S.) y coscojares (faciación mesomediterránea de Quercus coccifera) aguas abajo de Baríndano, punto dónde el río se encaja entre la sierra de Lokiz y los montes de Larraitza. De igual modo, la vegetación riparia pasa de las fresnedas cantábricas a las fresnedas y las alisedas submediterráneas.
El tramo del Ega, por su parte, transita en su totalidad por una región de influencia claramente mediterránea, en un entorno de carrascales y quejigares castellano-cantábricos (Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S. y Spiraeo obovatae-Querco fagineae S.). Desde Zúñiga a Acedo recorre una zona medianamente montañosa (últimas estribaciones de la Sierra de Codés) y se caracteriza por ser un río estrecho, encajonado, con pendiente y que mantiene la conectividad transversal con los bosques de la zona, como el carrascal con madroño de la Reserva Natural de Lasia. A partir de Acedo, la pendiente disminuye, la llanura de inundación se amplía y los usos del territorio se intensifican, quedando, en la mayoría de los casos, el bosque ripario totalmente desconectado de los bosques mediterráneos del entorno. La vegetación riparia característica del Ega es la aliseda submediterránea.
En relación a la fauna piscícola, los ríos Ega y Urederra presentan características similares, ya que ambos tramos pertenecen a la región salmonícola superior.
Por último, los ríos Ega y Urederra, en su papel de corredor ecológico, proporcionan importantes hábitats para un gran número de especies de fauna tanto residentes como migratorias. El corredor fluvial representa una zona de cría, refugio y alimentación tanto para especies ligadas a medios acuáticos (visón europeo, nutria, madrilla, mirlo acuático, etc.) como para aquellas otras no estrictamente asociadas a los medios riparios (milanos, pícidos, etc.). Leer más
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Sierra de Codes |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La ZEC se sitúa en el extremo oriental del sistema montañoso vasco-cántabro, con orientación este-oeste y moderada altitud (Ioar, 1.418 m), que separa la Montaña Navarra de la Cuenca del Ebro. El relieve es abrupto, estando integrado por una serie de sierras con elevaciones de entre 900 m y 1.500 m. Se trata de una sierra montañosa que muga al norte con la cuenca del río Ega y al sur con los amplios valles de la cuenca del Ebro. Hacía el oeste se extiende su prolongación hacia la Sierra de Cantabria.
La presencia de sierras con una altitud mayor de los 1.000 m. crea un relieve abrupto de laderas de gran pendiente. Dan lugar a valles encajados por los que discurren el río Ega, formando el Valle del Alto Ega, y el río Linares, que forma el Valle de Aguilar.
El Valle del Alto Ega consta de dos alineaciones montañosas, una al NO y otra al SE. La alineación montañosa noroccidental corresponde al afloramiento de los conglomerados oligocénico-miocénicos y culmina a 839 m en Mondaliendres. La suroriental está formada por Sierra Chiquita (994 m). Geológicamente corresponde al afloramiento realzado por falla, de las calcarenitas y calizas del Cretácico Superior de todo el sistema montañoso, que se podría conocer con el nombre genérico de Serranía de Ioar. Finalmente, entre estas alineaciones se encuentra una depresión colmada con materiales detríticos pliocénicos.
La Sierra de Codés junto con la Sierra de Dos Hermanas y Cantabria forma el frente de cabalgamiento sobre la depresión del Ebro y fosa riojana. El frente se ve interrumpido repetidamente por una serie de fallas transversales, con desplazamiento levógiro, de forma que queda dividido en una serie de sectores escalonados. La Peña de Lapoblación queda interrumpida por el Este, y se desplaza la estructura a la sierra de Codés, para continuar, tras un nuevo desplazamiento, en Peña Costalera y Dos Hermanas. El accidente afecta al Mesozoico y Terciario marinos y también a los conglomerados fluviales oligomiocenos, que cabalgan sobre el Mioceno.
Aunque la mayor parte de la Sierra de Codés está formada por calizas y calcarenitas hay que destacar la existencia de afloramientos de conglomerados en varios puntos de Mendaza o el Valle de Aguilar.
El tramo alto del río Ega es el único cauce principal que queda incluido en la ZEC Sierra de Codés. Tiene un recorrido de 9,23 km dentro del Lugar.
La vegetación potencial de la ZEC destaca por su alta diversidad. Según Loidi y Báscones (2006) la mayor superficie se corresponde con los encinares rotundifolios (Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S.) que se desarrollan prácticamente en la totalidad de las laderas meridionales de la Sierra de Codés, destacando la faciación de los encinares en foces y congostos con Arbutus unedo en los barrancos del Ega a su paso por Zúñiga y la faciación montana de roble peloso (Quercus humilis) en las sierras que rodean el Alto Ega (Sierra Chiquita al sur y la muga con Álava-Araba al norte). En los puntos más altos de la Sierra de Codés, Sierra Chiquita y Lapoblación, domina la serie de los hayedos submesofíticos neutrófilos Epipactido helleborines-Fago sylvaticae S.. La serie de los robledales de roble peloso (Roso arvensis-Querco pubescentis S.) aparece principalmente en los fondos de valle del Alto Ega, Lapoblación, Aguilar de Codés y el Valle de la Berrueza. Cabe destacar la serie cántabro-euskalduna de los marojales (Melampyro pratensis-Querco pyrenaicae S.) que se desarrolla en el Alto Ega junto a la muga con Álava-Araba, en una zona con suelos ácidos. Por último, aunque no se recoge en la cartografía de series de vegetación, se han cartografiado los hayedos acidófilos y ombrófilos de Saxifrago hirsutae-Fagetum sylvaticae en la zona del monte Ioar.
En el tramo del río Ega se desarrolla la geoserie fluvial castellano-cantábrica y pamplonesa de alisedas y olmedas. Leer más
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Sotos y Riberas del Ebro |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
En su conjunto el río Ebro constituye un corredor ecológico fluvial que vertebra longitudinalmente la Comunidad Autónoma de La Rioja en un territorio intensamente humanizado que ha sufrido multitud de intervenciones que han transformado el paisaje convirtiendo la llanura aluvial en una gran zona agrícola y relegando los bosques de ribera principalmente a las orillas del cauce fluvial.
En el río Ebro a su paso por La Rioja se pueden distinguir dos zonas bien diferenciadas. Una desde Haro hasta Logroño, en la que el río discurre encajado y sin apenas llanura aluvial caracterizado por un bosque de galería estrecho con abundantes alisos. Y otra desde Logroño hasta Alfaro, más caudaloso, tras recibir el agua de los ríos Iregua y Ega, en la cual la llanura aluvial aumenta. Como consecuencia encontramos un río meandriforme libre, que forma islas, antiguos cauces (madres), zonas temporalmente inundables, y donde se desarrollan auténticos “sotos”, en forma de amplios bosques de ribera, con mayor superficie.
El espacio protegido Red Natura “Sotos y Riberas del Ebro” (ES2300006) comprende un total de 93,7 km de tramos fluviales del río Ebro en La Rioja que representan el 49 % de los 192 km que recorre el río Ebro desde las Conchas de Haro hasta Alfaro. Este espacio con una superficie de 1.704 ha, incluye siete espacios de ribera situados en los tramos inicial, medio y final del río Ebro a su paso por La Rioja: “Riberas del Ebro en Haro y la Sonsierra”, el más largo con 36,1 km de longitud; “Riberas del Ebro en Cenicero y Fuenmayor”, con 26 km; el “Soto de los Americanos”, el más pequeño abarcando 2,2 km de tramo de río Ebro; “Sotos de la Fresneda, Peñacasa y Cortados de Aradón”, que incluye 7,5 km; “Sotos de Calahorra”, recorriendo 9,6 km; “Sotos de Aldeanueva de Ebro y Rincón de Soto”, con 5,3 km de forma algo discontinua; y “Sotos del Ebro en Alfaro”, abarcando 7 km de río. Leer más
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Sierra de Gredos |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
En el centro de la península Ibérica, actuando de divisoria entre las cuencas del Duero y del Tajo, se levanta la cordillera Central, que alcanza en la sierra de Gredos su mayor relevancia. El tramo más ancho tiene 40 km en dirección Norte-Sur, y su longitud supera los 140 km en dirección Este-Oeste. Los materiales de la cordillera Central se originaron con el proceso tectónico que hizo emerger la península Ibérica de las aguas de un mar poco profundo, hace unos 300 millones de años, conformando estos materiales granítico-metamórficos la fracción más antigua del territorio hispano. Durante la Orogenia Alpina, estos materiales de nuevo fueron oprimidos entre dos placas terrestres. La consecuencia fue el levantamiento de la cordillera Central, fracturándose en bloques, unos elevados llamados «horsts» y otros hundidos, «grabens». Ya en el Cuaternario, la sierra sufrió importantes modificaciones a causa de la erosión de las aguas torrenciales, muy significativa en la vertiente meridional, y de la acción glaciar, principalmente en la vertiente septentrional, que impuso su peculiar morfología: valles en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, hombreras y morrenas. Se han contabilizado 41 glaciares en Gredos, con sus tres subtipos más característicos: de valle (Glaciar de la Nava, Glaciar de Bohoyo, Glaciar de Gredos...), de circo (Glaciar de la Cruz, Glaciar de Gamellones...) y de ladera (Glaciar de las Chorreras, Glaciar del Canchito...), constituyendo así el mejor conjunto de glaciarismo cuaternario en el interior de la Península.
El corazón del Parque lo constituye el Circo de Gredos, en cuyo fondo se ubica la Laguna Grande, rodeada de un entorno en el que los cuchillares, galayos, riscos, gargantas y cubetas marcan los contrastes de un relieve accidentado, presidido por el pico Almanzor, que con sus 2.592 metros, es la máxima altura de todo el Sistema Central. El modelado periglaciar, mediante la gelifracción o rotura de las rocas por el aumento de volumen del agua infiltrada en sus grietas cuando se congela, origina el aspecto picudo de estas cumbres, con sus cuchillares ?«Los Galayos»?, canchales, etc.
Debido a su situación geográfica, a los fuertes desniveles y a la distinta orientación de sus laderas, la sierra de Gredos representa un lugar excepcional en cuanto a su diversidad florística. Las diversas especies vegetales aparecen distribuidas en pisos superpuestos que alcanzan su culminación en el piso alpino, el más interesante de todos ya que en el mismo se han localizado un gran número de endemismos botánicos. En la cara norte el matorral es predominante, ya sea el piornal o la mezcla de leguminosas. La escasa vegetación arbórea de la cara norte está constituida principalmente por los pinares de Pinus sylvestris de Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, así como por manchas de rebollo en el valle del Tormes. La encina se presenta predominante en estrato arbustivo con algunas formaciones adehesadas muy escasas. El mosaico de la vegetación se completa con la existencia de praderías naturales, pastos de siega, frutales y cultivos en los alrededores de los pueblos. En la cara sur, por el contrario, abundan los pinares de Pinus pinaster, alternándose con cultivos de olivos, viñas, cerezos e higueras en terrazas y bancales, o pequeñas masas de castaños (Castanea sativa) en las laderas que cobijan a los núcleos de población. La zona llana se dedica a cultivos o pastos extensivos y abiertas dehesas de encina, alcornoque o rebollo. Aparecen aquí jarales y brezales ocupando grandes extensiones. En las márgenes de todos los cursos de agua se instalan especies ripícolas de un modo testimonial. Reseñar la presencia de pequeños grupos o ejemplares aislados de loros (Prunus lusitanica) que se encuentra en la parte baja de las gargantas de esta cara meridional.
La elevada altitud de esta Sierra, unida a la mayor continentalidad del clima en los pisos superiores, ha favorecido los fenómenos de aislamiento poblacional y la presencia de especies de fauna y flora de distribución típicamente eurosiberiana. Es de destacar la presencia de varias especies de flora rupícola endémicas de la sierra. Leer más
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Valle del Tietar |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este Espacio incluye gran parte de la zona castellano leonesa del valle del Tiétar, de la vertiente sur del macizo oriental de la Sierra de Gredos y de las sierras del Cabezo y del Valle. Se trata de un espacio con un gran desnivel altitudinal, desde los 2178 m del pico del Cabezo hasta los escasos 290 m en el punto menos elevado del valle del Tiétar en Castilla y León. Geológicamente, la fosa tectónica del Tiétar delimita al sur la sierra de Gredos, predominando en ambas estructuras las litologías graníticas paleozoicas. Son destacables también, aunque menos importantes que en la sierra de Gredos, las formas del modelado glaciar y periglaciar presentes en este Espacio.
El Espacio cuenta con un rico elenco de hábitats de muy variada naturaleza. Entre ellos se pueden destacar los diferentes tipos de bosques, como las formaciones esclerófilas de encinas y alcornoques, los melojares de Quercus pyrenaica, los pinares relictos de Pinus nigra salzmannii, los pinares de pino resinero (Pinus pinaster) o los pinares de pino piñonero (Pinus pinea), sin olvidar las fresnedas y saucedas vinculadas a las zonas con niveles freáticos elevados. Los matorrales también presentan esta variedad, con medios tan diferentes como los cantuesares y tomillares de las zonas basales y los piornales de altura. Esta riqueza de hábitats se ve aumentada si cabe con los pastizales, entre los que destacan los crioturbados de las cotas más elevadas, los cervunales, muy importantes como pastos de verano, o los muy diferentes vallicares y majadales que se pueden encontrar en las dehesas. El carácter térmico del valle permite el cultivo de olivos.
En la vega del río Tiétar existen formaciones de bosque de ribera bastante bien conservadas, alternando con huertas, pequeños cultivos y pastizales adehesados. El tramo inferior del río Tiétar en el Espacio se encuentra embalsado por el embalse de Rosarito, de interés para las aves acuáticas. Destaca también la existencia de numerosas gargantas y pequeños ríos que vierten al río Tiétar, caracterizados por presentar un régimen estacional irregular, permanente pero con fluctuaciones a lo largo del año, condicionado por un elevado gradiente altitudinal, dada la proximidad entre su cabecera y su desembocadura. Los tramos medios están encajados y presentan bandas laterales de vegetación riparia que otorgan protección ante las arroyadas regulares que provocan grandes arrastres de material. En el tramo medio de los ríos Arenal, Arbillas y Muelas encuentran refugio pequeñas loreras (Prunus lusitanica) de gran interés botánico. Leer más
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Monte Santiago |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Monte Santiago es un espacio predominantemente atlántico, situado en el extremo nororiental de la provincia de Burgos, caracterizado por un paisaje de calizas masivas dominantes que destacan morfológicamente dando lugar a una cresta o ?cejo calizo?, con algunos rasgos de descomposición locales (arcillas), y alternancia de margas grisáceas. El relieve toma la forma de una ondulada ladera que va subiendo hacia el norte, donde se corta bruscamente en el borde de un anfiteatro rocoso formado por las cresterías calizas de la fuertemente karstificada Sierra Salvada, que se extiende desde la peña Orduña hasta el impresionante salto donde nace el río Nervión, flanqueando por el suroeste la depresión diapírica del valle de Arrastaria, ya en territorio del País Vasco. La existencia de un paquete de calizas compactas, superpuestas a materiales margosos más blandos, origina escarpes verticales en los niveles más duros, mientras que en los blandos se desarrolla una ladera que se suaviza hacia el fondo del valle de Orduña.
El Salto del Nervión, con sus más de 300 metros de altura y su peculiar forma de cola de caballo, conforma una de las cascadas más grandes y llamativas de toda Europa occidental. Esta cascada se ha originado gracias a la diferente erosionabilidad de margas y calizas, unido a una zona especialmente débil por su fracturación, consecuencia de la estructura diapírica de Orduña.
Dentro del modelado kárstico resultan especialmente destacables los sistemas de cuevas de Pozalagua y Monte Santiago, y las amplias superficies de dolinas y lapiaces, así como el sumidero de la Fuente Santiago. El agua es un factor esencial en el modelado kárstico del paisaje, pero el territorio carece prácticamente de cursos de agua subaéreos.
La ubicación biogeográfica de este Espacio, en una zona de transición entre la España atlántica y la mediterránea, marca la ambigüedad propia de las áreas intermedias, que se manifiesta en la variedad de la cobertura vegetal del área, quedando ésta representada por la riqueza de especies de muy distintas exigencias. Así las formaciones de encinares y quejigares se sitúan en las cotas medias y bajas de las laderas de la zona, encontrándose el Espacio dominado por un frondoso y bien conservado hayedo en las cotas más altas, donde también se encuentran presentes forestaciones de coníferas. Consecuencia de una degradación avanzada de la formación arbórea, se puede distinguir un matorral de espesura variable de encina (apenas existe el matorral de quejigo), junto a otros matorrales de brezos (ericáceas), aulagas (leguminosas), enebros, sabinas, boj, gayubas, espino albar, etc. Leer más
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Montes Obarenes |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Profundos desfiladeros son los protagonistas principales del paisaje de este espacio protegido. Las hoces excavadas por el río Ebro en Sobrón, el angosto desfiladero tallado por el río Oca en las proximidades de Oña y la garganta abierta por el río Purón en la sierra de Arcena son los más bellos ejemplos. El relieve de esta zona se constituye en la bisagra estructural que enlaza la cordillera Cantábrica y los Pirineos. Los pliegues anticlinales orientados de NW a SE configuran las principales cadenas montañosas de este Espacio, constituidos por crestas y bóvedas calcáreas de paredes verticales entre las que discurren los valles y depresiones.
Se trata de un territorio de vocación forestal que alberga gran variedad de formaciones boscosas, fundamentalmente de frondosas, con notables extensiones de encinares, quejigares, rebollares, bosques mixtos y hayedos, así como de pinares naturales de pino silvestre y pino negral, variados pastizales y formaciones de matorral tales como las bujedas y los enebrales arborescentes. La riqueza de especies arbóreas y arbustivas que crecen en la zona viene dada por su situación a caballo entre las regiones biogeográficas atlántica y mediterránea. La compleja y accidentada orografía de este Espacio con una amplia gama de exposiciones y pendientes, los distintos tipos de suelos y la ambivalencia del clima, proporcionan un amplio espectro de posibilidades bioclimáticas para la instalación de esta variada vegetación.
El resultado final es una auténtica encrucijada vegetal que supone la convivencia de una gran diversidad, riqueza y mezcla de especies de muy diferentes exigencias. Así en la zona conviven las hayas con las encinas, quejigos y alcornoques, los arces y serbales con los enebros y madroños, los brezos, aulagas y genistas con los tomillos y espliegos, y los prados de siega con las tierras cerealistas, siendo un fiel reflejo de un área estratégica de transición entre dos regiones biogeográficas. Leer más
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Bosques del Valle de Mena |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio de montaña formado por cuatro áreas no contiguas situadas en zonas de ladera y elevaciones interiores de la depresión del Valle de Mena, en el extremo noreste de la provincia de Burgos. El Espacio se encuentra caracterizado por una excepcional diversidad en sus hábitats forestales tanto en especies como en estructuras, y tanto en especies principales como acompañantes. La geología, la diferencia de niveles altitudinales, las diferentes exposiciones y una ubicación fitogeográfica a caballo entre dominios climáticos mediterráneos y atlánticos templados, con notable humedad y cierta termicidad, han favorecido la conservación de una notable diversidad florística.
En el borde sur el Espacio alberga los hayedos acidófilos y quejigares atlánticos de las umbrías de la Sierra de la Peña y del valle de Angulo, apareciendo representaciones de pino silvestre autóctono con enebros cerca de Arciniega. En el borde norte, las laderas de los Montes Ordunte están ocupadas por hayedos y robledales, con interesantes representaciones de tejedas, avellanares y loreras. En la zona interior del Espacio persisten bosques más térmicos con castañares, encinares o quejigares. En general en todas las zonas es común la mezcla de varias especies dominantes y la presencia abundante de otras como arces, acebos, tilos, fresnos, cerezos, madroños o mostajos (Sorbus aria y Sorbus torminalis). Esta rica diversidad se ve enriquecida por los hábitats y especies ligados a los pastizales y hábitats y especies azonales, fundamentalmente roquedos y turberas de diversos tipos, así como por hábitats de pastizal, sobre todo en la cima de los Ordunte. Otras comunidades vegetales con elevado interés son la turbera de Zalama, situada en la cumbre del extremo occidental de los Montes de Ordunte, en el límite de las provincias de Burgos y Vizcaya, y que debido a perturbaciones antrópicas actualmente está inactiva, así como praderas y juncales higroturbosos. Leer más
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Riberas del Zadorra |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este Espacio incluye el tramo del río Zadorra que discurre por el Condado de Treviño (dentro de la provincia de Burgos), así como los arroyos Santa Águeda, Paliuso, La Paul, Torero, Ocilla y La Fábrica, que en muchos tramos presentan un aceptable estado de conservación. La dinámica de caudales del río Zadorra se encuentra fuertemente condicionada por la presencia aguas arriba de la ZEC, en la provincia de Álava, del embalse de Ullibarrí-Gamboa.
Las riberas del Espacio albergan notables formaciones riparias entre las que destacan las fresnedas y las saucedas. No obstante, la conectividad transversal de las mismas con la vegetación zonal resulta muy escasa dado que la gran parte de los tramos fluviales del Espacio se encuentran inmersos en una matriz de cultivos agrícolas que ocupa la llanura de inundación de la vega del Zadorra y de sus afluentes. La plantación de choperas de producción en algunos tramos del río Zadorra produce una constricción del bosque de galería y de la vegetación de ribera, limitando su presencia a una estrecha franja en las márgenes alrededor del cauce. Es de destacar la presencia de algunos tramos meandriformes y de pequeñas zonas encharcadas desconectadas del cauce. Leer más
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Riberas del Ayuda |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La ZEC incluye el tramo del río Ayuda que discurre por el Condado de Treviño (dentro de la provincia de Burgos), así como sus tributarios presentes en este enclavado; río Arrieta, río Ascarza, río San Vicentejo, río Goveloste, río Saraso, río Zurbaraday, río Arana, río Barruntia y los arroyos San Pedro, Aranvide, Granado, Cineguchi y San Juan. Las riberas de la ZEC albergan notables formaciones riparias entre las que se destacan las alisedas, choperas y saucedas. Leer más
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Riberas del Rio Ebro y afluentes |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La ZEC incluye el tramo final del río Ebro en la provincia de Burgos, entre el límite de la ZEC "Montes Obarenes" y la localidad de Miranda de Ebro, y el río Oroncillo. Las aguas del cauce del río Ebro se encuentran embalsadas por una presa situada entre las localidades de Miranda de Ebro y Suzana. Las riberas del río Ebro albergan notables formaciones riparias entre las que se destacan las alisedas, con formaciones maduras y bien conservadas, de elevada diversidad florística en los cauces principales del espacio. También son destacables las extensas choperas y saucedas y las formaciones de plantas acuáticas. Los tramos fluviales del espacio presentan un elevado grado de alteración y ocupación antrópica debida a la existencia en las márgenes de choperas de producción, cultivos agrícolas de regadío y espacios urbanizados, lo que limita el desarrollo de la cobertura vegetal natural. En la ZEC se encuentran algunos brazos muertos desconectados del cauce principal, estando aledañas a las márgenes del cauce algunas antiguas graveras naturalizadas. Leer más
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Montes de Miranda de Ebro y Ameyugo |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio relativamente pequeño situado en el extremo oriental de los Montes Obarenes, al este de la provincia de Burgos. Forman este espacio un conjunto de sierras con orientación preferente este-oeste y litologías calcáreas (Cretácico superior-Eoceno inferior) en las que abundan paredes y crestones calizos. La zona se caracteriza por su progresivo desnivel, descendiendo desde las cotas más elevadas (alrededor de los 1000 m) donde abundan pastizales y roquedos, a través de laderas arbustivas y boscosas hasta alcanzar el valle del Ebro.
Las formaciones que dominan la vegetación del territorio son encinares basófilos de carácter termófilo (con boj y madroño), aunque también se pueden encontrar quejigares de Quercus faginea faginea, coscojares de Quercus coccifera en las zonas más soleadas y sabinares de Juniperus phoenicea en las crestas rocosas.
El espacio incluye un tramo del río Ebro, aguas debajo de Miranda de Ebro hasta el límite provincial, donde todavía se mantienen algunos bosques de ribera bastante bien conservados. En algunos casos la existencia de pequeños ríos y arroyos ha formado barrancos donde se instala alguna tileda en lo profundo de las más resguardas umbrías. Leer más
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Las Batuecas-Sierra de Francia -ZEPA |
Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Zona montañosa, constituida por varias sierras, en las estribaciones occidentales del sistema Central, al sur de la provincia de Salamanca, lindando con las Hurdes cacereñas. Se ubica en la comarca de la sierra de Francia, separada de la sierra de Béjar por la gran fosa del río Alagón. En su paisaje destacan las alineaciones montañosas y una red fluvial marcada por la divisoria de las cuencas hidrográficas del Duero y del Tajo, con mayor magnitud del corredor descendente hacia el río Alagón. Los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo mientras que el Agadón discurre hacia la cuenca del Duero. Son de destacar varios manantiales que surgen en los grandes peñascales (Canchales del Zarzalón, de las Cabras Pintás, del Risco del Ciervo).
Los materiales que se encuentran en los diferentes sustratos del Espacio son de origen paleozoico, dominando los metamórficos como pizarras y cuarcitas en el centro y oeste del Espacio, y los graníticos en la parte oriental, dispuestos sobre un zócalo granítico muy rígido y cristalino con una estructura interna en bloques originados por un sistema de fallas. Se produce así un relieve de enormes lomas de cimas suaves y laderas muy activas, localizadas en los escarpes de las fallas, y de valles en artesa muy profundos correspondientes a los bloques hundidos. Todo ello explica la presencia de grandes canchales rocosos en las partes altas. Merece la pena reseñar algunos sinclinales colgados como el de la Peña de Francia. El territorio circundante de la Peña de Francia es de por sí agreste, pero va cerrándose hacia las Batuecas hasta hacerse intrincado y frondoso en extremo, cortándose en gargantas y profundos valles. Sus cotas más altas se sitúan en el pico Hastiala (1.735 msnm) y en la cresta de la peña de Francia, existiendo una gran diferencia altitudinal hasta la orilla del río Alagón, en Sotoserrano, situada a 400 msnm.
En las cumbres montañosas, en torno a las crestas cuarcíticas y canchales verdosos, se desarrolla una vegetación dominada por piorno (Cytisus purgans) y erizón (Echinospartum horridum). En cotas menores las formaciones forestales se convierten en el elemento característico del paisaje, apareciendo en los valles más frescos y húmedos rebollares, castañares e, incluso, en las zonas con mayor influencia atlántica, algunos abedulares y ejemplares de roble carballo (Quercus robur), mientras que en exposiciones más térmicas, en los fondos de valle y barrancos orientados al sur y al este, el encinar se constituye en el hábitat dominante, presentando una notable biodiversidad en sus especies acompañantes que incluyen alcornoque (Quercus suber), pies aislados de tejos (Taxus baccata), madroño (Arbutus unedo), acebo (Ilex aquifolium), enebro (Juniperus oxycedrus), lentisco (Pistacia lentiscus) e, incluso, de forma puntual, almez (Celtis australis). Presentan además gran interés los bosques de ribera, con las alisedas y las fresnedas como elementos más reseñables.
Dentro de los matorrales dominan los brezales (Erica sp.) en las partes más frías y húmedas y jarales (Cistus sp.) en las más cálidas y secas. Son también muy abundantes las forestaciones realizadas con pino silvestre (Pinus sylvestris) en las partes altas, y con pino negral (Pinus nigra), en el extremo sureste del Espacio. Leer más
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Candelario - ZEPA |
Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Candelario es un Espacio de montaña situado en la sierra de Béjar, macizo Paleozoico perteneciente a la cordillera Central, que se localiza en el extremo occidental de la sierra de Gredos, al sureste de la provincia de Salamanca. La zona incluye sierras elevadas (2.401 metros de altitud máxima en el pico Calvitero). La sierra de Candelario fue conformada por el levantamiento de los materiales paleozoicos durante la Orogenia Alpina provocando la fractura del conjunto, estructurándose así en un relieve de grandes bloques elevados que constituyen las alineaciones montañosas, entre las que se disponen las zonas de fractura o fallas. Las glaciaciones ocurridas durante el Cuaternario modelaron el relieve, dejando entre otros aparatos glaciares: nichos de nivación, circos embrionarios, circos escalonados y circos bien desarrollados como lolos circos glaciares de Peña Negra de Becedas y Hoya Moros. La litología de la sierra de Béjar está formada por materiales paleozoicos de naturaleza silícea, granitos y gneises en su mayoría.
Su ubicación determina que el Espacio, aún situado dentro del contexto biogeográfico mediterráneo, presente unas claras influencias atlánticas que condicionan las características de la vegetación de la zona. Esta circunstancia añadida a las diferencias altitudinales, con casi 1.600 m. de diferencia entre la cumbre de El Calvitero y los 848 m que constituyen su cota inferior y a un relieve en cuyo modelado la última glaciación jugó un papel importante han configurado un entorno de gran biodiversidad de flora, fauna y paisajes. Así en las cumbres y laderas de mayor altitud se desarrolla una vegetación dominada por piorno (Cytisus oromediterraneus), si bien se pueden encontrar asimismo otras formaciones de matorrales almohadilladlos o brezales, con cierta presencia de enebros rastreros (Juniperus oxycedrus subsp. alpina), todo ello en mosaico con pastizales de alta montaña, entre los que, en función de la humedad edáfica, dominan los prados de Festuca indigesta o las zonas de cervunal. En este entorno cabe destacar además la presencia de varias lagunas, como las del Trampal y del Duque, turberas de origen glaciar y de interesantes roquedos y canchales.
En zonas más bajas las formaciones forestales dominan el paisaje, con rebollares, castañares y pinares de repoblación, generalmente de pino albar (Pinus sylvestris) pero también, en ocasiones de pino negral (Pinus pinaster), como elementos más característicos, apareciendo tejedas y acebedas en las zonas con mayor influencia atlántica. Como sotobosque en estas zonas o sustituyendo a éste en entornos degradados son frecuentes los brezales, que en algunas zonas se enriquecen con distintas especies de genisteas y labiadas.
Respecto a la red fluvial especial mención merece el río Cuerpo de Hombre con nacimiento en el paraje de Hoya Moros. Los numerosos ríos y arroyos existentes mantienen bosques de ribera bien conservados y, en ocasiones, forman profundos barrancos. Se incluye un pequeño embalse montano (Las Angosturas). La vegetación de galería resulta muy interesante y variada, con las alisedas y fresnedas como formaciones más frecuentes pero acompañadas por saucedas o especies como el abedul o el álamo temblón y con un rico sotobosque con majuelos, serbales, arandaneras y distintas especies de megaforbios. Leer más
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El Rebollar |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La ZEC ?El Rebollar? se encuentra situada en la sierra de Gata al suroeste de la provincia de Salamanca, en las estribaciones occidentales del sistema Central. Sus formas son redondeadas, suaves y escasamente abruptas. Se localiza sobre los materiales más antiguos del zócalo ibérico aflorando pizarras, granitos y cuarcitas. La altitud oscila entre los 650 m y los 1.580 m, destacando el Pico Jálama con 1.492 m. El clima es mediterráneo subatlántico atemperado, con precipitaciones medias abundantes que alcanzan los 1.500 mm en algunos puntos.
En relación a la vegetación del espacio, en el pie de monte destacan los excelentes bosques de roble rebollo (Quercus pyrenaica). Estos bosques se encuentran entre las manifestaciones más extensas de esta formación en la península Ibérica, si bien la presión antrópica ha hecho que su superficie se vea algo mermada. Son también significativos en el entorno los pinares, tanto naturales de pinos mesogeanos endémicos como de repoblación, constituidos en este último caso por pino negral (Pinus pinaster) y, de forma más reducida ocupando las estribaciones serranas, pino silvestre (Pinus sylvestris). Ya con una representatividad superficial marcadamente inferior, aparecen otras formaciones boscosas como castañares, que ocupan zonas con influencias atlánticas o, en las zonas más xéricas, encinares. En las cotas más altas abundan los matorrales pirófitos, principalmente de Erica australis, herencia de los grandes incendios que han afectado a esta sierra.
El Espacio constituye la cabecera del río Águeda, en cuyas márgenes y la de sus afluentes encontramos excelentes bosques de galería, predominando por su estado de conservación las alisedas, pero también con buenas manifestaciones de fresnedas y saucedas. Aunque aparecen de forma puntual es también relevante la existencia de determinados hábitats azonales como zonas higroturbosas, roquedos y cuevas. Leer más
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Si lo desea puede descargar la cartografía completa de los distintos grupos de Espacios protegidos:
O también tiene la opción de descarga, en el mismo formato, de la selección aplicada en los filtros de su izquierda:
El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas - EPSG 4326.
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