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Mamíferos Terrestre Nativa

Oryctolagus cuniculus (Linnaeus, 1758) Nombre preferente:
Conejo
Ámbito:
Terrestre
    Origen:
Nativa
    Identificador:
11109

Grupo Taxonómico

Mamíferos

Taxonomía

  • Autor: (Linnaeus, 1758)
  • Reino: Animalia
  • División o Filo: Chordata
  • Clase: Mammalia
  • Orden: Lagomorpha
  • Familia: Leporidae
  • Género: Oryctolagus
Oryctolagus cuniculus (Linnaeus, 1758)

Estado legal y de conservación

EN

Estado UICN (Mundial):  EN (En peligro)

VU

Estado UICN (España):  VU (Vulnerable)

Descripción

Al igual que todos los lagomorfos, presenta potentes extremidades traseras adaptadas a la carrera, grandes pabellones auriculares, aunque menores que los del género Lepus, con una coloración uniforme (las liebres presentan una coloración negruzca en la parte distal de las orejas). Su pelaje muestra variaciones en tonalidades pardas y grisáceas, destacando claramente el blanco de la parte interna de la cola, sin una mancha negra tan claramente definida como en Lepus. Medidas corporales, CC: 34- 35 cm; Ps: 0,90-1,34 kg (O. c. algirus), 1,50-2,00 kg (O. c. cuniculus).

FUENTE: Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España. Dirección General para la Biodiversidad-SECEM-SECEMU

Idioma Nombre
Castellano Conejo
Catalán Conill
Euskera Mendi-untxia
Gallego Coelho bravo
Francés Lapin de garenne
Inglés European Rabbit
Atributo Descripcion Fuente
Distribución

Se encuentra en toda España, incluidas las Islas Canarias, Baleares (donde ha sido introducido por el hombre) y los territorios del norte de África. En la Península Ibérica ha faltado siempre en Asturias. Su distribución ha estado ligada al hombre desde épocas remotas. La subespecie O.

c. algirus está presente en el suroeste peninsular, norte de África (su supuesta distribución original) y algunas islas atlánticas cercanas a las costas peninsulares. Por el contrario O.

c. cuniculus, ha colonizado una amplia porción de Europa, incluidas las Islas Británicas, Nueva Zelanda, Australia, algunas regiones de Suramérica, Suráfrica, Norteamérica, y numerosas islas mediterráneas, atlánticas y oceánicas. De esta subespecie derivan todas las razas domésticas conocidas.

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Ciclo vital

Es una de las pocas especies de vertebrados en las que la hembra puede estar receptiva todo el año. Se ha descrito que la cantidad de proteína es la que determina la entrada de las hembras en celo. Por el contrario, la espermatogénesis está influenciada por el fotoperíodo, aunque en nuestras latitudes este factor no es limitante. En consecuencia, el período reproductivo del conejo depende de la calidad y abundancia del pasto, y por tanto de la temporada e intensidad de las lluvias.

En términos generales, la reproducción suele acontecer entre noviembre y junio, aunque existen casos descritos en los que el período reproductor puede ser mucho más largo. Tras una corta dependencia materna (20-30 días) los gazapos nacidos (de 3 a 6, media de 3,5) adquieren la madurez sexual en pocos meses (cuatro en O. c. algirus, nuve en O. c. cuniculus). Las hembras pueden entrar en un nuevo celo mientras amamantan una camada anterior, por lo que son posibles hasta 12 camadas en un año, aunque lo más habitual es que se produzcan entre dos y cuatro.

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Hábitat

Presente en una amplia variedad de medios, el hábitat donde presenta mayores abundancias es el matorral mediterráneo, especialmente si existen zonas cultivadas y el relieve es llano o medianamente ondulado. Las poblaciones más densas se localizan en dehesas en las que abunda el matorral (40% en cobertura) y los pastizales o cultivos. La altitud es sin duda limitante, siendo raros a partir de los 1.500 m. La especie presenta sus mayores abundancias en las zonas donde el clima es continental o mediterráneo y el substrato permite la construcción con facilidad de madrigueras, evitando las áreas calizas.

En general, las bajas temperaturas y elevadas precipitaciones no son apropiadas para una especie que prefiere climas áridos y calurosos, aunque a pequeña escala, abunda más en las proximidades de zonas de ribera.

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Alimentación

La abundancia de la especie tanto en nuestro país como en los que ha sido introducida, se basa, además de en su capacidad reproductora, en su condición de fitófago con doble digestión (asemejándose a los rumiantes). Algunos estudios demuestran que el conejo es capaz de acomodar su dieta en función de la disponibilidad resultante de la competencia con el resto de los herbívoros de la zona donde habitan. En general seleccionan muy positivamente las compuestas, leguminosas y gramíneas vivaces de escasa talla y con tendencia a formar céspedes.

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Medidas de conservación

En nuestro país, el conejo es una de las especies para la cual se llevan a cabo más medidas de gestión, tanto para la conservación de los depredadores como para la actividad cinegética. Angulo (2003) evaluó diferentes medidas de gestión realizadas en Andalucía para incrementar las poblaciones de conejo y perdiz. De un total de 307 áreas, más del 95% aplican estrategias para recuperar las poblaciones de ambas especies y además su uso ha incrementado durante las últimas décadas. Según este estudio, entre las medidas más frecuentes se encuentran las mejoras de hábitat (por ejemplo: creación de madrigueras y refugios, siembras, desbroces, etc, 64%), el control de la actividad cinegética (por ejemplo: reducción del número de animales cazados o de días de caza, 61%), el control de depredadores (46%), las campañas de vacunación y desparasitación (16%) y las repoblaciones (13%).

Aunque afortunadamente cada vez son más los estudios sobre estos temas, poco se sabe sobre la eficacia de alguna de estas medidas de gestión y conservación. Es reseñable, por ejemplo, que la efectividad de las repoblaciones y las campañas de vacunación, una de las medidas de gestión más controvertidas, está actualmente en entredicho (Calvete et al., 2004). Los manejos de hábitat, por el contrario, parecen ser una de las medidas más aceptadas para la recuperación del conejo (Moreno y Villafuerte, 1995; Calvete, 2006; Delibes-Mateos, 2006).

En cualquier caso, es urgente identificar cuáles de estas medidas son las más apropiadas y potenciarlas allá donde sean necesarias. Por otra parte, y a pesar de que existen múltiples metodologías descritas, sería recomendable el establecimiento de una red de seguimiento de las poblaciones con una única metodología.

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Presiones y amenazas

Como hemos dicho anteriormente, las enfermedades víricas son, sin lugar a dudas, las principales causas de pérdidas de los conejos. La mixomatosis, que apareció hacia mediados de siglo XX, parece ser la causa directa o indirecta (facilitando la depredación) de un 35% de la mortalidad de los juveniles de conejo. Por su parte, la EHV, que surge en España hacia 1988, aunque ha disminuido su efecto a lo largo de los años (de casi un 70% a un 30% de mortalidad, según Villafuerte et al., 1995), puede considerarse todavía como la amenaza más importante, puesto que afecta a individuos de mayor valor reproductivo. Incluso antes de la aparición de la EHV, el deterioro del hábitat ya se consideraba como una de las principales amenazas para la especie.

Por ejemplo, Moreno y Villafuerte (1995) sugirieron que el abandono de prácticas tradicionales de gestión del matorral fueron factores importantes en el declive de las poblaciones de conejo de Doñana. Estudios más recientes demuestran que después de la aparición de la EHV, la recuperación sigue asociada a factores que determinan la calidad del hábitat, entre ellos el uso agrícola (Calvete et al., 2006). Aunque no existe información en nuestro país, se sabe que los depredadores podrían regular las poblaciones de conejo especialmente a bajas densidades.

Por tanto, es posible que tras la aparición de la EHV, la recuperación de algunas poblaciones pudiera estar siendo limitada por los depredadores. En un trabajo reciente llevado a cabo en Aragón, las poblaciones de conejo con tendencias positivas más acentuadas se detectaron en áreas con baja presión cinegética (Williams et al., en prensa). De hecho, determinadas gestiones asociadas con la actividad cinegética podrían estar frenando el declive de la especie (Delibes-Mateos, 2006).

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Comportamiento/Etología

Por lo general vive en madrigueras que albergan grupos sociales cuyo tamaño depende del tamaño de la conejera, de la calidad y estructura del hábitat. La vida en grupo permite que se puedan crear y mantener las madrigueras, diluir el efecto de los predadores, o incluso colaborar en la función de vigilancia. En Doñana, el área de campeo es de 1 a 2 ha. El patrón de actividad está influido por la estructura de la comunidad de predadores.

En la Península es fundamentalmente bimodal, con picos de actividad en los crepúsculos y una moderada actividad nocturna. Por el contrario, en áreas donde ha sido introducida la especie y tiene un menor riesgo de predación, no se observa un claro patrón de actividad. El rango social parental determina para la progenie la probabilidad de ser expulsado del grupo familiar, siendo además muy frecuente el infanticidio.

Los machos dominantes cubren a las hembras de mayor rango y las hembras de menor rango deberán construir cámaras de cría en áreas menos protegidas de la madriguera o incluso fuera de ella.

Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España. Dirección General para la Biodiversidad-SECEM-SECEMU
Estado de amenaza

El efecto de dos enfermedades víricas, la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica del conejo (EHV), han reducido notablemente las poblaciones de conejo en España, llegando incluso a detectarse extinciones locales (Villafuerte et al., 1995). Cinco años tras la irrupción de la EHV en España, un censo realizado en todo el territorio nacional mostró que la mayor parte de las poblaciones habían disminuido casi un 50% (Villafuerte et al., 1995). Una década después, se ha constatado que las tendencias siguen siendo negativas en más de las 75% de las poblaciones estudiadas en el centro-sur (Delibes-Mateos, 2006) o en algunas áreas del noreste de la península (Calvete et al., 2006) Resultados similares han sido obtenidos mediante el análisis de las bolsas provinciales de caza (Virgós et al., en prensa). Por otra parte, en el Parque Nacional de Doñana se han realizado censos de conejo durante más de 20 años, mostrando un descenso de un 60% tras la EHV, y una disminución continua que hace que en la actualidad la población no llegue a alcanzar el 10% de las abundancias previas a la enfermedad (S. Moreno, en preparación).

Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España. Dirección General para la Biodiversidad-SECEM-SECEMU
Autoridad Aplicación Conservación
UICN EN (En peligro) Mundial
UICN VU (Vulnerable) España
  • - Lista patrón de las especies silvestres presentes en España
  • - Inventario Español de Especies Terrestres (IEET)
  • - Inventario Español de Parques Zoológicos
  • - Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España. Dirección General para la Biodiversidad-SECEM-SECEMU
  • - Lista Roja de la UICN (Mundial) - IUCN Red List of Threatened Species (Global Assessment)
  • - Estrategia para la recuperación y gestión del conejo de monte en Andalucía