Formica dusmeti Emery, 1909 Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

11185

Especie endémica de la Península Ibérica. Citada de España y con dudas en Portugal (Collingwood y Yarrow, 1969). En 1997, Espadaler la citó para la Sierra de Cazorla, de donde parecía haberse extinguido, lo que queda descartado gracias al hallazgo reciente de una población (joaquín Reyes com. pers. 2010) en un recóndito barranco del Cerro de las Empanadas. Algo similar parece ocurrir en la Sierra de Alcaraz, de donde Tinaut y Martínez-Ibáñez la mencionaron en 1998.

Algunas citas en la bibliografía son tan generales como Madrid (Santschi, 1932) o España (bondroit, 1920) que no se han podido confirmar. Otras citas, especialmente de Goetsch (1942) mencionando a esta especie de la Costa brava, son especialmente dudosas, al menos en la actualidad. Collingwood y Yarrow (1969) ya dudaban concretamente de estas citas.

Diferentes muestreos realizados por otros autores en esa región no han puesto en evidencia la presencia de esta especie. Por todas esas razones su distribución actual parece limitada a los bosques montañosos, por encima de los 1.100 metros de altitud, de la mitad norte de la Península.

Su biología no se conoce pero parece ajustarse, en líneas generales al “grupo rufa” aunque los hormigueros suelen ser menos voluminosos y con menor población.

Esta especie construye nidos en domos de tamaño medio o incluso pequeños e imperceptibles, que pueden contener acículas de pinos. Suelen ser irregulares, no con la forma de domo típicas de la mayor parte de las especies del “grupo rufa”. En ocasiones bajo piedras, y en ese caso suelen verse acículas de pino o briznas de hierba acumuladas alrededor. Los nidos suelen situarlos en zonas soleadas, generalmente en los bordes de los bosques o en claros del bosque, al contrario que otras especies del grupo que suelen instalarlos en las zonas internas y en umbrías.

La altitud a la que se encuentra estaba citada aproximadamente entre 1.300-1.800 m, pero en el muestreo realizado la hemos encontrado preferentemente en los pinares de P. sylvestris, a una altitud entre (1.110 y 1.860) y desde 2.012 m hasta los 2.102 m en los bosques de Pinus nigra, pero también se ha encontrado en algunas ocasiones en bosques mixtos de Quercus y Pinus, como en el caso de una de las localidades de la Sierra de Albarracín.

Sus poblaciones están claramente fragmentadas ocupando en general zonas cacuminales muy distantes entre sí. En general se aprecia una desaparición de las poblaciones de un número importante de las localidades en las que había sido citada previamente, siendo sustituida en la mayoría de los casos por Formica frontalis. Estas sustituciones de especies son muy aparentes en el caso de la Sierra de Navacerrada en donde había sido citada del Ventorrillo y desde esta localidad hasta el puerto. Sin embargo en el muestreo realizado para preparar este atlas (año 2009) no se ha localizado hasta las inmediaciones del puerto, estando ausente en las localidades más bajas y apareciendo en su lugar F.

frontalis. Un caso muy similar es el encontrado en bescarán y Aranser (Pirineo de Lérida) de donde había sido citada por Espadaler y Gómez (2000) a unos 1.700 m, sin embargo nosotros sólo la hemos encontrado a 2.100 m, en Les Collades, carretera de montaña que une bescarán y Aranser. En este caso, las zonas más bajas no están ocupadas por F.

frontalis. Las poblaciones existentes tienen un número de hormigueros que se puede considerar razonable o similar al que se encuentra en otras especies del mismo grupo, aunque algo variable, oscilando desde unos 2-3 nidos cada 100 metros cuadrados en Les Collades (Pirineo de Lérida), hasta menos de 3 por cada 2.000 metros cuadrados en la Sierra de Albarracín (Teruel) o incluso como ocurre en la Sierras de Guadarrama-Navacerrada, en donde ha desaparecido de algunas localidades y de otras está llegando a ser bastante rara y escasa. Un ejemplo de esto último es el Puerto de Canencia en donde sólo pudimos localizar un nido de esta especie después de algo más de una hora de muestreo.

Las únicas poblaciones conocidas en el sur de la península, concretamente las de la Nava de Paulo y probablemente la de la Sierra de Alcaraz, en nuestra opinión se pueden considerar claramente extinguidas. También opinamos que muy probablemente estén extinguidas otras poblaciones, que por lo concreto de la localidad citada (Collado de Sancho Leiza en Logroño, El Ventorrillo y la Fuente de los Geólogos en Navacerrada, Puerto de Cuarto Pelado en El Maestrazgo, Teruel o el Puerto de Dornaque en Albarracín, Teruel entre otras) y por lo aparente de la especie objeto de esta ficha, dada su actividad, tamaño y generalmente lo visible de sus nidos, nos hacen pensar que muy posiblemente en esas poblaciones esta especie haya desaparecido.

Medidas Existentes Esta especie en concreto no posee ninguna medida de protección, pero las otras especies del grupo rufa al que pertenece, en muchos paises de Europa, y desde 1983 han sido clasificadas como globalmente amenazadas por la IUCN. A pesar de ello, al estar parte de las poblaciones en parajes sometidos a algún tipo de protección, poblaciones del Pirineo Leridano y Albarracín, esta especie puede verse, secundariamente, protegida. Medidas Propuestas Esta especie parece tener una cierta predilección a anidar con apoyo de tocones y no en los árboles vivos, como hacen otras especies del grupo rufa, por tanto es importante mantener una cierta cantidad de tocones sin extraer del bosque. Por otra parte se recomienda la protección específica de los nidos con mallas metálicas para evitar su depredación por parte de los jabalíes, y además evitar un aclarado excesivo de los bosques.

En cualquier caso parece que el mayor peligro está relacionado con el cambio climático y el ascenso de temperatura.

Los bosques de coníferas donde se encuentra suelen estar bastante aclarados y/o antropomorfizados aunque una buena parte de ellos se encuentran en ambientes protegidos. Las especies arbóreas más frecuentes en las que se encuentra esta especie son Pinus nigra y Pinus sylvestris, pero también se ha encontrado en bosques mixtos de Quercus. En general presenta poblaciones con baja densidad. En la mayor parte de su área de distribución, excepto al parecer en el Pirineo Leridano, esta especie puede estar compitiendo con Formica frontalis por los recursos y el hábitat, ya que parece haberla desplazado o reemplazado de algunas localidades previas, aunque también parece que el cambio climático está impulsando a esta especie a localidades situadas a mayor altitud, como se puede ver muy bien en el Pirineo Leridano y en Navacerrada.

Asimismo, puede verse afectada directamente además por la deforestación, roturación del terreno, etc.