Andryala integrifolia L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

9900

Se encuentra en el sudoeste de Europa, norte de África y región macaronésica. Vive en casi toda la Península Ibérica e Islas Baleares.

Florece de abril a septiembre.

Vive en márgenes de caminos y barbechos, con frecuencia sobre sustratos silíceos, hasta 2000 m.

Alicante. Se recolectan cuando están muy tiernas, generalmente durante el otoño y el invierno, ya que cuando llega la primavera empieza a subir y ya no es tan tierna. Se preparaba hervida y mezclada con otras hierbas. En Rute (Córdoba) el “troncho cercano a las flores, se monda, se corta y se come”.

También en Fuenlabrada de los Montes (Badajoz) se comía el tallo pelado y crudo como entretenimiento. Utilizada como forraje para los animales en Valencia, Ciudad Real, Jaén y Madrid. Entre sus usos medicinales, se ha empleado en Jaén para el corazón, como cardiotónico, para lo cual se tomaba la infusión de la parte aérea.

En Jaén también se empleaba para las almorranas friéndola en aceite y aplicándola sobre las hemorroides. La infusión se ha utilizado como analgésico estomacal en Jaén, y para los dolores de vientre, para cortar la diarrea (colitis), en Córdoba y Granada: “se coge y se seca, se hace una manzanilla mañana y tarde, al tomarlo unos tres días ya no cagas”. Mezclado con romero, se usaba para las afecciones de boca, como antiodontálgico.

En Jaén se empleaba asimismo para tratar inflamaciones y contusiones, lavando o aplicando paños sobre la zona afectada con la infusión o decocción de la planta florida, o en forma de emplasto, a veces mezclada con otras especies como crujía (Digitalis obscura L.) y hierba de San Juan (Hypericum perforatum L.). Se cogía el día de San Juan, “que es cuando las plantas tienen gracia”. Esta misma infusión se tomaba para aliviar los dolores de artrosis o lumbago, como analgésico.

Por vía externa, con la infusión de la parte aérea florida se lavaban las heridas, por su acción vulneraria y cicatrizante, en Albacete y Jaén. Se utilizaba sola o mezclada con flores de hierba de San Juan. Para las hinchaceras, nombre que se daba a la irritaciñón producida por los sapos (eccema de contacto), se lavaba la zona con la decocción de la parte aérea o se aplicaban compresas de la tisana de esta planta con hierba de San Juan y saúco (Sambucus nigra L.).

Dicen que en infusión también cura los dolores de cabeza. En Jaén se ha empleado la infusión en veterinaria para “cuando se tuercen el pie las bestias”, es decir, para curar esguinces. Se considera una planta alergénica.

En Cabañeros (Ciudad Real), dicen al respecto que si miras a la planta detenidamente te entran ganas de estornudar. Al igual que el ajonje (Andryala ragusina L.), se ha empleado para hacer pegamento o liga para cazar pájaros en Córdoba y Jaén.