Fratercula arctica (Linnaeus, 1758) Nombre preferente:

Frailecillo

Ámbito:

Marino

    Origen:

Nativa

    Identificador:

14092

En esta época presenta un marcado carácter pelágico (Harris et al., 2010; Guilford et al., 2011), lo que dificulta su detección. Aún así, las observaciones desde puntos estratégicos, como Estaca de Bares y Gibraltar (Sandoval et al., 2010; Cuenca et al., en prensa), indican que es un invernante común en España, tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, siendo más raro e irregular en Canarias (Paterson, 1997; Martín y Lorenzo, 2001). Observaciones en mar abierto confirman su presencia regular en aguas españolas, especialmente en el Cantábrico y Galicia, pero también en el golfo de Cádiz, Alborán y el Mediterráneo hasta las Baleares y norte de Cataluña (Paterson, 1997; Arcos et al., 2009). El mismo patrón emerge de los datos de recuperaciones de aves anilladas (MARM, 2011).

Las poblaciones reproductoras que nutren la población ibérica invernante, se reproduce en islas y zonas costeras de todo el Atlántico norte, con más de 5 millones de parejas en Europa, estando las poblaciones más cercanas a España localizadas en la Bretaña francesa (Del Hoyo et al., 1996; Snow y Perrins, 1998). Tras la época reproductora las aves se dispersan por el Atlántico y el mar del Norte para pasar el otoñoinvierno, alcanzando por el sur las Azores, Canarias y el Mediterráneo occidental (Harris, 1984). Su carácter pelágico hace difícil estimar el número de aves invernantes.

Carboneras (1988) calculó una población de 35.000 individuos para todo el Mediterráneo occidental, en base a datos de anillamiento. Más recientemente, las elevadas cifras de paso primaveral en Gibraltar sugieren cifras aún mayores, de más de 50.000 ejemplares (Cuenca et al., en prensa). Existen diferencias notables en la distribución invernal según las colonias de origen (Wernham et al., 2002).

En España, todas las recuperaciones de anillas corresponden a aves procedentes del oeste y norte de las Islas Británicas (MARM, 2011). En cuanto a los movimientos a lo largo del invierno, en el noroeste ibérico los datos desde cabos indican la entrada de aves desde octubre, con máximos en diciembre y enero (por ejemplo, Sandoval et al., 2010). El paso de entrada hacia el Mediterráneo pasa casi desapercibido, pero debe ser tardío, ya que los máximos en esa zona se dan a finales de invierno y principios de primavera (Paterson, 1997; Arcos en Estrada et al., 2004), con flujo de salida hacia el Atlántico concentrado entre mediados de febrero y mediados de mayo (Cuenca et al., en prensa).

Los datos de recuperación de anillas sugieren un patrón similar, con el 80% de las recuperaciones concentradas en la primera mitad del año (MARM, 2011). Sólo el 22% de las anillas recuperadas proviene del Mediterráneo. Datos recientes de seguimiento remoto, de aves marcadas en la zona de origen de la población invernante en España (concretamente de la isla de Skomer, en Gales), arrojan luz a los patrones de movimiento de la especie (Guilford et al., 2011).

Las aves se dispersan hacia el oeste en agosto, tras la reproducción, ocupando aguas plenamente oceánicas del Atlántico norte desde finales de verano hasta bien entrado el otoño, desplazándose luego hacia el sur y el este, de forma que el grueso de las aves que llegan hasta España alcanza el noroeste ibérico en diciembre-enero y el Mediterráneo en enero-febrero.

El marcado carácter pelágico de la especie la lleva a ocupar aguas totalmente oceánicas en algunas zonas del Atlántico norte (Guilford et al., 2011), si bien en España parece concentrarse en las aguas del borde de plataforma y del talud continental (Arcos en Estrada et al., 2004; Arcos et al., 2009; Munilla et al., 2011).

Aguas mediterráneas 35.000 individuos. Resto desconocida.

Propuestas: - Control de vertidos petrolíferos. - Estudio del problema del enganche en redes, para su mitigación.