Nombre | Figura de protección | Descripción |
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Lagunas de Cantalejo |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Las lagunas de Cantalejo se encuentran situadas en las comarcas naturales de Tierra de Pinares y Tierra de Segovia. Se trata de un territorio conformado por amplias planicies arenosas (dominadas por extensos pinares asentados generalmente sobre depósitos de arenas eólicas de origen cuaternario), interrumpidas por un pequeño valle formado por el curso medio del río Cega, localizado en la mitad suroeste, al que vierten sus aguas diversos cursos de agua de escasa importancia, entre los que destacan dos emplazados en el vértice suroriental del Espacio: el arroyo de Senovilla, en su margen derecha, y el arroyo de Santa Ana, en su margen izquierda. Se trata, por tanto, de un Espacio con clara vocación forestal y agroganadera en el que existen importantes masas forestales, fundamentalmente de pino resinero (Pinus pinaster) y en menor medida de encinar. También aparecen matorrales poco desarrollados, alternados con cultivos agrícolas y pastizales.
En la zona destacan un conjunto formado por más de veinte lagunas de aguas someras y temporales rodeadas por pastizales de encharcamiento temporal, presentando distintas tipologías como lagunas, charcas o estanques temporales mediterráneos. La formación de las lagunas tiene su origen remoto en los movimientos tectónicos ocurridos a finales del Terciario-principios del Cuaternario, creándose en esta época una especie de fosa o cubeta en la comarca de Tierra de Pinares. Lentamente esta depresión del terreno se fue rellenando con las arenas procedentes de la erosión de las rocas del sistema Central, formándose dunas actualmente inactivas (dunas fósiles). A finales de la última glaciación se configuro la red hidrográfica actual quedando espacios entre los ríos en donde el agua de lluvia no circulaba fácilmente por la superficie, filtrándose hasta el subsuelo y apareciendo las lagunas en las zonas más bajas, donde el espesor de las dunas era menor.
Las lagunas experimentan ciclos periódicos de inundación desecación vinculados al régimen de precipitaciones y al nivel freático superficial. Actualmente el acuífero sobre el que se asientan las lagunas ha descendido alrededor de 20 m, provocando una desconexión hídrica de las lagunas con el acuífero que ha causado el secado de algunas de ellas y el cambio de régimen de aguas permanentes a temporales en otras lagunas. Leer más
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Sierra de Guadarrama |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio incluye la vertiente norte segoviana de la Sierra de Guadarrama, situada en el extremo oriental del Sistema Central, gran cordillera de disposición zonal (E-W) que separa las mesetas centrales de la Península Ibérica, alcanzando altitudes superiores a los 2.000 m. El relieve montañoso, su altitud y variable orientación, producto de la disposición de las unidades montañosas que se entrecruzan y confluyen en el Puerto de Navacerrada, elevan notablemente la diversidad de las condiciones ambientales de la Sierra de Guadarrama, otorgándole una gran variedad de ambientes y hábitats, con una flora y fauna singulares y de gran riqueza.
La sierra de Guadarrama forma parte del zócalo hercínico ibérico. La constitución litológica de la sierra de Guadarrama es fundamentalmente paleozoica y está dominada por rocas silíceas metamórficas y plutónicas de carácter ácido: granitos, granitoides, gneises, cuarcitas, esquistos y pizarras. En el piedemonte aparecen zonas con restos de las cubiertas sedimentarias mesozoicas y cenozoicas que fueron más o menos desmanteladas en el proceso de la orogenia alpina. Se trata de rocas carbonatadas cretácicas (calerizos), arenas y margas miocenas, intercaladas entre glacis arenosos o limosos pliocenos o cuaternarios. Los enclaves calizos se conservan de forma alineada en las proximidades de las fallas principales que delimitan los bloques elevados centrales de la Sierra.
Destaca la estratificación de la vegetación según el gradiente altitudinal, encontrándose, por encima de los 1.800 m de altitud pastos de montaña y vegetación arbustiva como piornales o enebros rastreros. Entre los 2.000 y los 1.000 m de altitud se encuentran extensas superficies de bosques de pino silvestre (Pinus sylvestris), cuya distribución se ha visto ampliada hacia las cotas basales de la sierra, acompañados de manera aislada por abedules, fresnos, tejos, acebos o serbales. Por debajo de los 1.400 m predominan los bosques de rebollos, encinas, quejigos y sabinas, acompañados de diversas formaciones arbustivas como tomillares, estepares y retamares. Numerosos arroyos y pequeños ríos atraviesan el área, formando en algunos casos profundos barrancos, y manteniendo algunos de ellos buenos ejemplos de bosques de ribera. Los paisajes de entornos rurales del piedemonte de la Sierra presentan una alternancia de setos arbustivos y arbóreos entre prados de siega y diente favorecidos por antiguas regueras, donde predominan fresnos y robles, frecuentemente trasmochados para aumentar la productividad y favorecer el pasto, dando lugar a las características dehesas boyales. Leer más
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Valles del Voltoya y el Zorita |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
4.1 Otras características del lugar
El espacio incluye un amplio territorio de casi 50.000 ha, en el suroeste de la provincia de Segovia, al pie de las elevaciones montañosas de las sierras de Guadarrama, Quintanar y Ojos Albos. El área se caracteriza por su relieve llano y altitud media entre 1300 y 840 m. Los materiales graníticos de la zona determinan un paisaje con una gran proporción de rocas, de fisionomías redondeadas características: lanchares, berrocales, bolos, etc. Estas zonas alternan con otras cubiertas por prados y pastizales (navas), coincidentes con lugares en los que la roca está descompuesta (arenizada). En el paisaje de este espacio, desde el punto de vista de su geología, encontramos berrocales graníticos en el piedemonte de la sierra de la Mujer Muerta, campiñas formadas por arenas y arcillas en el ámbito de la cuenca terciaria del Duero y cuestas calizas (calizas y dolomías de cretácico superior) intercaladas entre los dos elementos anteriores.
El Espacio presenta una topografía plana ligeramente inclinada hacia el norte (a modo de rampa), en la que se han encajado una tupida red hidrográfica, cuyos cauces principales son: Voltoya, Zorita, Moros y Milanillos, que presentan buenos bosques de ribera asociados en algunos de sus tramos, con pastizales ganaderos y algunos cultivos de regadío en los valles; y donde también existen zonas húmedas de distinta tipología: lagunas, charcas, estanques temporales mediterráneos (Laguna de los Carrizales, Lavajo Chico, Lavajo Grande), además de otras masas de agua artificiales como embalses (Torrelara, Los Ángeles, Carrascal) y antiguas graveras naturalizadas (El Águila y Puenteviejo).
En la vegetación de este Espacio destacan importantes extensiones de encinares, tanto adehesados, con pastizales asociados de gran valor, como en forma de monte bajo en las zonas no dedicadas a la ganadería. Se trata en su mayoría de encinares silicícolas con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas subsp. pedunculata, aunque en las cuestas calizas se desarrollan formas basófilas con Lavandula latifolia. Otra formación boscosa con importancia en el territorio son los pinares de pino piñonero (Pinus pinea).
El Espacio tiene una clara vocación agrícola y ganadera, ocupando los prados, pastizales y los cultivos de cereal de secano los suelos más profundos y fértiles. Los pastos de las dehesas son aprovechados para la cría de ganado vacuno. Leer más
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Sierra de Pradales |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este Espacio se localiza al noreste de la provincia de Segovia, presentando una cobertura vegetal general arbolada, en la que destacan los rebollares, acompañados en algunas zonas por forestaciones de coníferas. Está formado por dos teselas separadas: una situada en la vertiente noroeste de la Sierra de Pradales con representación de ambientes turbosos de carácter básico y otra en la vertiente sureste de dicha Sierra que alberga ambientes turbosos de carácter ácido.
Los bosques del Espacio se caracterizan por presentar masas relativamente jóvenes y muy densas, a menudo monoespecíficas y de estructura homogénea, provenientes, en el caso de los robledales, de la recuperación de matas tradicionalmente dedicadas a la extracción de leñas por matarrasa, y en el de los pinares, provenientes de forestaciones de objetivo múltiple de la segunda mitad del siglo XX, que en algunas zonas se efectuaron sobre rebollares degradados y hoy han dado lugar a masas mixtas. No obstante, se mantienen representaciones relevantes de robledales maduros en estructuras abiertas de tipo silvopastoral, así como retazos de otros tipos de bosques. Entre unas y otras formaciones, la cobertura arbolada del espacio es casi total, aunque se mantienen en algunas zonas pequeñas superficies de cultivos marginales, zonas húmedas o manchas de pastizal con matorrales intercalados que aportan diversidad al conjunto. Leer más
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Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio incluye el entorno de las sierras de Urbión y Cebollera que forman parte del sistema Ibérico, al noroeste de la provincia de Soria, limitando con Burgos y La Rioja. Está constituido por un conjunto montañoso caracterizado por la presencia de fallas, pliegues y dislocaciones, consecuencia de la tectónica, la diferente litología, los efectos de las orogenias Hercínica y Alpina y los subsiguientes ciclos de erosión, que han dejado una huella característica. La mayor parte de las sierras se sitúan por encima de los 2.000 metros de altitud (Camperón, Urbión, Peña Negra, Cebollera) y fondos de valle sobre los 1.000 metros. En los Picos de Urbión (2.228 m.) tiene su nacimiento el río Duero. En las cotas más altas aparecen roquedos y canchales.
La geomorfología de origen glaciar cuaternaria ha dado lugar a abundantes circos, morrenas, nichos de nivación y lagunas en las áreas más elevadas de las sierras de Urbión y Cebollera, destacando entre estas, la laguna Negra, de gran interés paisajístico, y las lagunas Cebollera, del Castillo de Vinuesa, Larga y Helada.
El régimen de lluvias elevado de la zona y un ambiente fresco han facilitado el desarrollo de una vasta masa de pino silvestre o albar (Pinus sylvestris) que forman parte de una de las mayores extensiones boscosas de la península Ibérica. La vegetación en estas sierras se ordena en altitud según sus exigencias en humedad, sombra y resistencia al frío. De esta forma, los pisos inferiores, entre los 1100 m y 1400 m, pertenecen a los dominios del rebollo (Quercus pyrenaica); aunque aquí el pinar de albar mantiene su preponderancia ayudado por la mano del hombre, quedando el rebollo en el nivel arbustivo bajo las copas de pinos. En cotas superiores a los 1400 metros, en laderas umbrías con fuerte pendientes, aparece el haya (Fagus sylvatica) formando pequeños bosquetes o agrupada con el pino albar y otros árboles cerca de cortados rocosos o grandes pedregales. Por encima del dominio de rebollo y haya, aunque solamente en las faldas del pico Urbión y Castillo de Vinuesa, se sitúa el pino silvestre. Por encima de los pinares albares se presenta una pequeña mancha relicta de pino negro (Pinus uncinata) en el pico Castillo de Vinuesa que llega has los 2.050 m de altitud.
Por encima de los 1800 m, los largos periodos de innivación, junto con los fuertes y fríos vientos, sólo permiten el desarrollo de matorral y pastizal adaptado a condiciones extremas, donde son frecuentes matorrales como el biércol (Calluna vulgaris), el enebro rastrero (Juniperus alpina) y el arándano (Vaccinium myrtillus), entre pastizales psicroxerófilos de alta montaña.
Son de destacar las masas forestales de robledales y rebollares de la comarca de El Valle y del pie de la sierra de Cebollera, formadas por densas masas de rebollos, entre las que se intercalan corpulentos robles albares (Quercus petraea). Además se encuentra incluido en el interior del Espacio, en la sierra de Montes Claros, el acebal de Garagüeta, uno de los mayores y mejores conservados bosques monoespecíficos de acebo de la península Ibérica.
Estas sierras sirven de división entre la cuenca del Ebro y del Duero, naciendo el propio río Duero en las faldas del pico Urbión y destacando la importancia de los ríos Razón, Razoncillo, Tera, el propio Duero y el río Mayor en el Espacio, este último perteneciente a la cuenca del Ebro en Montenegro de Cameros. En los valles que forman los principales afluentes del Duero existen prados de siega, cultivos y pequeñas huertas, así como algunos tramos con bosque de ribera bien desarrollado. Leer más
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Sabinares Sierra de Cabrejas |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La sierra de Cabrejas es una meseta de modestas altitudes, constituida mayoritariamente por materiales calcáreos de edad cretácica, presentando una extensa paramera ligeramente basculada hacia el sur, y puntualmente incidida por pequeñas dolinas, torcas, simas y lapiaces. Sus laderas septentrionales se hallan cortadas en toda su longitud por un escarpe de más de 200 metros de altura, calzado en su base por rápidos taludes y con presencia de extensos mantos de derrubios. Las calizas y dolomías de la sierra dan lugar a las parameras planas, paredes verticales y relieves kársticos de la sierra mientras que las margas se encuentran en las vaguadas y zonas bajas de las laderas. En la sierra de Cabrejas también se pueden encontrar otros materiales como tobas, arenas, arcillas, limos, areniscas y conglomerados. Su red de drenaje superficial está poco desarrollada debido a las características kársticas que han conferido al páramo una red de drenaje interior que desaloja el agua de lluvia infiltrada en puntos como el Ojo de la Fuentona, dando lugar al nacimiento del río Abión en una surgencia a través de una galería subterránea de más de 200 metros de recorrido, o en la cascada de la Toba, junto a la localidad de Fuentetoba.
En los páramos y cortados de la sierra de Cabrejas se encuentran presentes una numerosa cantidad de cuevas y simas. Recientemente se ha descubierto en las cercanías del pico Frentes una cueva de grandes dimensiones que presenta un río hipogeo activo en su interior, siendo probablemente la de mayor desarrollo de la provincia. Son de destacar otros elementos geomorfológicos importantes como los relieves invertidos del anticlinal desventrado de La Cuenca y el sinclinal colgado del Pico Frentes.
En la sierra de Cabrejas, desde el emblemático pico Frentes hasta el Cañón del río Lobos, se encuentran unos de los sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera) más extensos y mejor conservados de la Península Ibérica, destacando la Dehesa de Calatañazor dada su peculiaridad al albergar una altísima densidad de pies, presentando numerosos ejemplares longevos de gran porte. Resulta también característica la existencia de pinares de pino laricio (Pinus nigra), encinares, quejigares y robledales que en ocasiones se entremezclan con el propio sabinar, conformando, en muchas ocasiones, fronteras difusas en las que la dominancia va pasando de una a otra especie de forma muy gradual. En las dehesas de Muriel Viejo y Muriel de la Fuente existen además dos pequeños abedulares de carácter relicto. Dentro de los sabinares son de reseñar la presencia de majadales, propios del paisaje pastoril. En los últimos tiempos se ha apreciado una disminución en la cabaña ganadera, que está propiciando un aumento en la regeneración del sabinar.
La diversidad forestal se ve enriquecida por los hábitats y especies ligados a los pastizales existentes, medios acuáticos (cursos de agua, lagunas, charcas y estanques temporales) y hábitats azonales (turberas, canchales, roquedos, etc.). Respecto a los medios arbustivos destacan las formaciones de boj (Buxus sempervirens) presentes en la bojeda de Los Ramos, en un cañón subsidiario del río Muriel viejo en Blacos. En las umbrías de la sierra de Cabrejas, bajo condiciones de mayor humedad del suelo, en los planos de contacto de las calizas del páramo con las rocas silíceas del valle, donde aflora parte del acuífero, se dan prados de siega, pastizales y matorrales frescos ricos en orquídeas, presentando especies de flora de gran interés. Leer más
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Sierra del Moncayo - ZEPA |
Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Enclavado en el extremo oriental de Castilla y León, el macizo del Moncayo alberga la cota más elevada del sistema Ibérico (Pico de San Miguel 2.314 msnm). El Espacio también incluye una pequeña superficie de la sierra del Tablado, al sur del mismo. Desde el punto de vista geológico, el Espacio está dominado por los materiales silíceos (areniscas, lutitas, conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).Si al hecho de disponer de un gran rango de altitud y exposiciones, le añadimos la presencia tanto de sustratos silíceos como calcáreos y un cierto carácter de "insularidad", por estar aislado del resto de las montañas que configuran el sistema Ibérico, permiten al Moncayo albergar una flora muy diversa, con un enorme número de comunidades vegetales en muy poco espacio.
La vegetación se muestra claramente en pisos. En las zonas más bajas los melojares son la formación dominante, si bien puntualmente, ligados a los sustratos básicos, como en las inmediaciones del pico del Águila o de la muela de Beratón, se encuentran buenas representaciones de encinares y quejigares. Por encima de estos se presentan los hayedos acidófilos que forman grandes extensiones, especialmente en la cara norte. En este piso y en el inferior, son frecuentes las forestaciones de pino silvestre (Pinus sylvestris). También se pueden encontrar mosaicos de abedulares, temblonares, avellanedas, saucedas o acebedas. De enorme interés en este macizo es la presencia de las dos especies de robles atlánticos; el roble albar (Quercus petraea), relativamente común en el sistema Ibérico y el roble pedunculado (Quercus robur), que se encuentra confinado en la inmediaciones del piso oromediterráneo, estando al límite de sus exigencias ecológicas.
Por encima del límite del bosque aparece una banda de piornales dominados por Cytisus oromediterraneus, los cuales son sustituidos en las orientaciones umbrías por enebros rastreros (Juniperus communis subsp. nana) y arándano (Vaccinium myrtillus) y en niveles todavía inferiores, por brezales. En las planas calizas cerca de Beratón, aparece una interesante comunidad de matas pulviniformes entre las que destaca la presencia de sabina rastrera (Juniperus sabina), elemento que contacta este macizo con la flora del sistema Ibérico meridional. En los sustratos silíceos de niveles supraforestales, por encima de los 2000 msnm. y hasta la misma cumbre del Moncayo predominan los pastizales silicícolas crioturbados, los cuales contactan y forman mosaicos con cervunales.
Una de las formaciones más raras y finícolas en este Espacio natural son las turberas oligótrofas con esfagnos y brezos, cuya presencia se limita a unas pocas áreas de escasa superficie y aisladas unas de otras. Destaca también la presencia de roquedos calizos abruptos, de carácter umbrófilo, como la muela de Beratón en cuyas fisuras se instalan comunidades de casmófitos calcícolas. Leer más
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Oncala-Valtajeros |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Al este de la sierra de Urbión y la sierra Cebollera, el sistema Ibérico pierde altitud y conforma una serie de suaves alineaciones montañosas, con predominio de orientación noroeste-sudeste, que llegan a alcanzar en su extremo occidental altitudes de 1.700 metros. Este Espacio se encuentra caracterizado por albergar extensas formaciones de pastizales derivadas de haber constituido una de las áreas más importantes del sistema Ibérico para el ganado trashumante durante la época de La Mesta, en el siglo XVIII, que llegaba al Espacio a través de la Cañada Real Soriana Oriental que recorre estas sierras en su totalidad. Constituye un paisaje de montaña de amplios horizontes con suaves laderas en el que se alternan los altiplanos cubiertos por pastizales con formaciones de matorrales en las que predominan principalmente el biércol (Calluna vulgaris) y Genista occidentalis. También son importantes a pesar de su menor extensión las zonas con presencia de turberas.
En las sierras del Espacio se encuentran presentes pequeñas zonas forestales como rebollares y hayedos que han permanecido, fundamentalmente, como dehesas en las localidades de Oncala, San Andrés de San Pedro y El Collado. Los hayedos se sitúan en las zonas más frescas y umbrosas, contrastando con algunos carrascales que ocupan las solanas. Se encuentran también presentes forestaciones de coníferas. Una de las características más significativas de este Espacio son las densas formaciones de acebos que aparecen formando bosques monoespecíficos, destacando las acebedas de Oncala, Ventosa de la Sierra, Castilfrío de la Sierra y Estepa de San Juan. También es de destacar la presencia puntual de formaciones densas de enebrales arbustivos. Leer más
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Cigudosa-San Felices |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Se trata de un área montañosa del Sistema Ibérico Norte, que tiene las altitudes mínimas de la provincia de Soria (620 m.s.n.m.), si bien en su límite oriental la Sierra de Pégado se acerca a los 1.300 m (Pégado 1.292 m). Geomorfológicamente se trata de una zona muy accidentada, con profundos cañones sobre materiales oligocenos y con afloramientos yesíferos.
Uno de los valores más relevante de este espacio tiene que ver con la vegetación que aparece asociada a estos afloramientos de yesos, que son únicos en la provincia. No obstante la vegetación dominante son los matorrales compuestos principalmente por romerales riojanos-estelleses con una gran diversidad florística. La apertura de la zona hacia el valle del Ebro favorece unas condiciones climatológicas más benignas que han propiciado buenas extensiones de sabina mora (Juniperus phoenicea) coscoja (Quercus coccifera)y encinares.
Dentro del espacio natural está incluido parcialmente el curso del río Alhama, con importante vegetación riparia acompañado de abundante matorral de tipo termófilo en sus laderas de enorme pendiente. El río presenta una vegetación de ribera en estrecha hilera por el poco espacio que hay en el valle y por el aprovechamiento de las zonas más amplias para huertos.
También presentan una especial relevancia los cortados y roquedos calizos existentes en los pequeños cañones fluviales, resultando especialmente significativo el cañón del Cajo, formado por el río Añamaza. En esta zona también se pueden encontrar pequeñas cuevas de origen kárstico. Leer más
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Sabinares de Ciria-Borobia |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Esta situado en el extremo occidental de la Comunidad Autónoma, ya en el límite con la provincia de Zaragoza. Las calizas mesozoicas conforman una altiplanicie cortada ocasionalmente por barrancos con abundancia de roquedos y canchales como los asociados al cañón del río Manubles donde, además, aparecen pequeñas cuevas y cavidades como consecuencia de la generación de procesos kársticos. Merece la pena destacar las lagunas endorreicas temporales de Ciria y Borobia por presentar una vegetación acuática de elevado interés.
Las duras condiciones climáticas y la poca profundidad de la mayoría de sus suelos, favorecen el dominio de la sabina albar (Juniperus thurifera) en este territorio. Sin embargo, no es raro que entre los sabinares aparezcan zonas donde dominan las carrascas o incluso los quejigos. Un paisaje muy interesante con quejigos y sabinas, aparece en la zona de La Mata, donde una dehesa de quejigos está siendo colonizada por sabinas. De un modo puntual aparecen formaciones de sabina mora (Juniperus phoenicea), especie que en este territorio suele buscar los enclaves más térmicos. El estrato inferior de todas estas formaciones suele estar ocupado por diferentes comunidades de pastizales y matorrales.
Los suelos más profundos de este espacio se han dedicado tradicionalmente al cultivo de cereal, aprovechamiento que se sigue manteniendo. En la actualidad ante el descenso de la presión ganadera, se viene produciendo una recuperación de las superficies de sabinares. Separada de la zona principal del espacio natural se encuentra el alto de la Bigornia, con una importante muestra de vegetación adaptada a ambientes rocosos y de pedreras de clara influencia prepirenaica. Leer más
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Sabinares del Jalon |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Forma parte de la paramera que sirve de unión entre el sistema Central y el Ibérico. El norte del espacio, con una menor altitud media, está compuesto mayoritariamente por materiales terciarios (conglomerados, arenas, lutitas y arcillas). Al sur predominan los materiales mesozoicos, fundamentalmente calizas, aunque puntualmente aparecen arenas y afloramientos de yesos. El paisaje está formado por suaves anticlinales erosionados en las zonas superiores y pequeños valles excavados por los afluentes del Jalón. En la zona oriental la paramera se mantiene menos erosionada.
El Espacio se encuentra caracterizado por albergar importantes formaciones forestales, fundamentalmente sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera), siendo representativo de estas formaciones en el Espacio la existencia de una alta densidad de pies, comparada con otros sabinares peninsulares. Es también característica la existencia de encinares de diferentes estados de desarrollo, situados fundamentalmente al amparo de barrancos y vaguadas, entremezclándose y compitiendo, en algunas zonas, con el propio sabinar. La variedad de hábitats se ve enriquecida además por la presencia de matorrales con especies de interés como Tanacetum vahlii, pequeños cauces fluviales y lagunas, y hábitats azonales como pequeños cortados fluviales, roquedos y canchales.
Dentro de los medios acuáticos destaca la laguna de Judes, situada sobre una amplia depresión de origen kárstico que marca el nivel freático del acuífero de la zona, teniendo un carácter marcadamente estacional y presentando comunidades vegetales adaptadas a la inundación temporal. Leer más
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Riberas del Rio Duero y afluentes |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La ZEC incluye varios tramos fluviales de la subcuenca del río Duero: siete tramos del río Duero, un tramo del río Revinuesa, un tramo del río Tera, un tramo del río Razón, tres tramos del río Abión, un tramo del río Milanos, un tramo del río Rejas o Madre y uno del Hornija. Se incluyen además cuatro pastizales cercanos al cauce de la provincia de Valladolid, entre ellos el de la Requejada. Las numerosas formaciones vegetales se suceden en el desarrollo del río, desde los tramos de abedulares y saucedas de montaña, hasta las alisedas, fresnedas, alamedas, choperas, olmedas y saucedas de meseta de los tramos más bajos.
De este modo, en su parte alta constituye un arroyo de montaña, con vegetación dispersa, predominando serbales (Sorbus aucuparia), avellanos (Corylus avellana) y saucedas de montaña. También aparecen abedules (Betula alba) y álamos temblones (Populus tremula) dispersos. La formación dominante en el entorno es el pinar y el melojar llegando hasta las márgenes del cauce. Es por debajo del embalse de la Cuerda del Pozo donde el Duero comienza a presentar una mayor franja de ribera, con presencia de abedules, fresnos (Fraxinus angustifolia) y chopos (Populus nigra), y donde se encuentra uno de los mejores tramos de ribera de la provincia soriana. A su paso por Garray, en el Duero comienzan a ser importantes las plantaciones de choperas de producción, siendo destacable la presencia de un abedular en el soto de Garray. Entre la ciudad de Soria y la localidad de Los Rábanos es de destacar la presencia de cortados calizos de gran desnivel en las márgenes del cauce, con presencia de varias cuevas de interés para los quirópteros.
Por su parte, el río Revinuesa transcurre en medio de pinares, presentando una primera línea de vegetación de ribera por delante de ellos, destacando los abedules, álamos temblones y hayas, junto a una orla arbustiva de madreselvas y espinosas. En los ríos Tera y Razón dominan las fresnedas, acompañados por una densa orla arbustiva espinosa, junto a avellanos, abedules y arces dispersos.
En los tramos medios y bajos del río Duero, con una mayor anchura y elevado nivel de trenzado del cauce, se trata fundamentalmente de un espacio ribereño formado por bosques de galería y sotos de gran porte con algunos herbazales nitrófilos propios de orillas fangosas y puntualmente con encharcamientos ligados a meandros abandonados del cauce principal. En la orla periférica predominan los matorrales mediterráneos pre-esteparios con orlas espinosas y pequeños herbazales higrófilos propios de suelos ricos en nutrientes. En muchos tramos las llanuras de inundación están ocupadas en gran parte por cultivos de choperas de producción y cultivos de regadío, junto a fresnedas, choperas, alamedas y saucedas en los primeros metros de las márgenes del cauce. Las formaciones zonales más próximas corresponden al encinar, en algunas zonas con sabinares o golpes de pinares piñoneros desarrollados sobre suelos arenosos; siempre en una matriz dominada por los cultivos agrícolas (principalmente de regadío). Salvo pequeños tramos donde están asentados algunos sotos, en todo este tramo del Duero el bosque ribereño natural apenas posee dimensión lateral debido a la ocupación agrícola-forestal de la vega y la presencia de instalaciones periurbanas. Leer más
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Sierras de Urbion y Cebollera |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio incluye el entorno de las sierras de Urbión y Cebollera que forman parte del sistema Ibérico, al noroeste de la provincia de Soria, limitando con Burgos y La Rioja. Está constituido por un conjunto montañoso caracterizado por la presencia de fallas, pliegues y dislocaciones, consecuencia de la tectónica, la diferente litología, los efectos de las orogenias Hercínica y Alpina y los subsiguientes ciclos de erosión, que han dejado una huella característica. La mayor parte de las sierras se sitúan por encima de los 2.000 metros de altitud (Camperón, Urbión, Peña Negra, Cebollera) y fondos de valle sobre los 1.000 metros. En los Picos de Urbión (2.228 m.) tiene su nacimiento el río Duero. En las cotas más altas aparecen roquedos y canchales.
La geomorfología de origen glaciar cuaternaria ha dado lugar a abundantes circos, morrenas, nichos de nivación y lagunas en las áreas más elevadas de las sierras de Urbión y Cebollera, destacando entre estas, la laguna Negra, de gran interés paisajístico, y las lagunas Cebollera, del Castillo de Vinuesa, Larga y Helada.
El régimen de lluvias elevado de la zona y un ambiente fresco han facilitado el desarrollo de una vasta masa de pino silvestre o albar (Pinus sylvestris) que forman parte de una de las mayores extensiones boscosas de la península Ibérica. La vegetación en estas sierras se ordena en altitud según sus exigencias en humedad, sombra y resistencia al frío. De esta forma, los pisos inferiores, entre los 1100 m y 1400 m, pertenecen a los dominios del rebollo (Quercus pyrenaica); aunque aquí el pinar de albar mantiene su preponderancia ayudado por la mano del hombre, quedando el rebollo en el nivel arbustivo bajo las copas de pinos. En cotas superiores a los 1400 metros, en laderas umbrías con fuerte pendientes, aparece el haya (Fagus sylvatica) formando pequeños bosquetes o agrupada con el pino albar y otros árboles cerca de cortados rocosos o grandes pedregales. Por encima del dominio de rebollo y haya, aunque solamente en las faldas del pico Urbión y Castillo de Vinuesa, se sitúa el pino silvestre. Por encima de los pinares albares se presenta una pequeña mancha relicta de pino negro (Pinus uncinata) en el pico Castillo de Vinuesa que llega has los 2.050 m de altitud.
Por encima de los 1800 m, los largos periodos de innivación, junto con los fuertes y fríos vientos, sólo permiten el desarrollo de matorral y pastizal adaptado a condiciones extremas, donde son frecuentes matorrales como el biércol (Calluna vulgaris), el enebro rastrero (Juniperus alpina) y el arándano (Vaccinium myrtillus), entre pastizales psicroxerófilos de alta montaña.
Son de destacar las masas forestales de robledales y rebollares de la comarca de El Valle y del pie de la sierra de Cebollera, formadas por densas masas de rebollos, entre las que se intercalan corpulentos robles albares (Quercus petraea). En la sierra de la Carcaña se encuentran también quejigares y encinares que enriquecen el espectro bioclimático del Espacio. Además se encuentra incluido en el interior del Espacio, en la sierra de Montes Claros, el acebal de Garagüeta, uno de los mayores y mejores conservados bosques monoespecíficos de acebo de la península Ibérica.
Estas sierras sirven de división entre la cuenca del Ebro y del Duero, naciendo el propio río Duero en las faldas del pico Urbión y destacando la importancia de los ríos Razón, Razoncillo, Tera, el propio Duero y el río Mayor en el Espacio, este último perteneciente a la cuenca del Ebro en Montenegro de Cameros. En los valles que forman los principales afluentes del Duero existen prados de siega, cultivos y pequeñas huertas, así como algunos tramos con bosque de ribera bien desarrollado. Leer más
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Sierra del Moncayo |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Enclavado en el extremo oriental de Castilla y León, el macizo del Moncayo alberga la cota más elevada del sistema Ibérico (Pico de San Miguel 2.314 msnm). El Espacio también incluye una pequeña superficie de la sierra del Tablado, al sur del mismo. Desde el punto de vista geológico, el Espacio está dominado por los materiales silíceos (areniscas, lutitas, conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).Si al hecho de disponer de un gran rango de altitud y exposiciones, le añadimos la presencia tanto de sustratos silíceos como calcáreos y un cierto carácter de "insularidad", por estar aislado del resto de las montañas que configuran el sistema Ibérico, permiten al Moncayo albergar una flora muy diversa, con un enorme número de comunidades vegetales en muy poco espacio.
La vegetación se muestra claramente en pisos. En las zonas más bajas los melojares son la formación dominante, si bien puntualmente, ligados a los sustratos básicos, como en las inmediaciones del pico del Águila o de la muela de Beratón, se encuentran buenas representaciones de encinares y quejigares. Por encima de estos se presentan los hayedos acidófilos que forman grandes extensiones, especialmente en la cara norte. En este piso y en el inferior, son frecuentes las forestaciones de pino silvestre (Pinus sylvestris). También se pueden encontrar mosaicos de abedulares, temblonares, avellanedas, saucedas o acebedas. De enorme interés en este macizo es la presencia de las dos especies de robles atlánticos; el roble albar (Quercus petraea), relativamente común en el sistema Ibérico y el roble pedunculado (Quercus robur), que se encuentra confinado en la inmediaciones del piso oromediterráneo, estando al límite de sus exigencias ecológicas.
Por encima del límite del bosque aparece una banda de piornales dominados por Cytisus oromediterraneus, los cuales son sustituidos en las orientaciones umbrías por enebros rastreros (Juniperus communis subsp. nana) y arándano (Vaccinium myrtillus) y en niveles todavía inferiores, por brezales. En las planas calizas cerca de Beratón, aparece una interesante comunidad de matas pulviniformes entre las que destaca la presencia de sabina rastrera (Juniperus sabina), elemento que contacta este macizo con la flora del sistema Ibérico meridional. En los sustratos silíceos de niveles supraforestales, por encima de los 2000 msnm. y hasta la misma cumbre del Moncayo predominan los pastizales silicícolas crioturbados, los cuales contactan y forman mosaicos con cervunales.
Una de las formaciones más raras y finícolas en este Espacio natural son las turberas oligótrofas con esfagnos y brezos, cuya presencia se limita a unas pocas áreas de escasa superficie y aisladas unas de otras. Destaca también la presencia de roquedos calizos abruptos, de carácter umbrófilo, como la muela de Beratón en cuyas fisuras se instalan comunidades de casmófitos calcícolas. Leer más
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Paramo de Layna |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado en el sureste de la provincia de Soria caracterizado por presentar una serie de páramos calizos y pedregosos, de relieve llano, por encima de los 1000 metros de altitud que dan lugar a un paisaje deforestado. La zona se caracteriza por la existencia de amplias superficies de matorrales almohadillados, siendo especies características de estos hábitats la aulaga merina (Genista pumila), el cojín de monja (Erinacea anthyllis), el lino (Linum apressum), la ajedrea (Satureja intricata) y varias especies de tomillos (Thymus spp.). En el resto del Espacio no ocupado por matorrales se pueden encontrar reducidas extensiones de pastizales, campos de cultivo de secano y arbolado disperso, formado principalmente por quejigos, encinas y sabinas.
En el Espacio destacan especialmente por su singularidad los pastizales de Salinas de Medinaceli, en los que se encuentran interesantes manifestaciones de comunidades vegetales halófilas adaptadas a ambientes con altas concentraciones de sal, donde habitan especies de flora de alto interés como Glaux maritima, Scorzonera parviflora y Salicornia ramosissima. Leer más
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A continuación, se ofrecen distintos enlaces de descarga de la cartografía en formato Shapefile.
Si lo desea puede descargar la cartografía completa de los distintos grupos de Espacios protegidos:
O también tiene la opción de descarga, en el mismo formato, de la selección aplicada en los filtros de su izquierda:
El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas - EPSG 4326.
Enlaces de interés