En el Campo de Gibraltar confluyen factores que otorgan a la comarca una gran potencialidad de desarrollo en el ámbito autonómico, nacional, europeo e intercontinental. Sin embargo, su desarrollo está condicionado por su situación geográfica periférica y por las deficiencias en el sistema de comunicaciones terrestres. Actualmente la carretera A-381, que conecta la Bahía de Cádiz y el Marco de Jerez con la Bahía de Algeciras, presenta una carga de tráfico bastante elevada, con un importante volumen de vehículos pesados. Este factor, en combinación con las fuertes pendientes y la sinuosidad del trazado de la carretera, determina una elevada siniestralidad, lo que aconseja su conversión en autovía. Sin embargo, presenta un importante condicionante de carácter medioambiental, puesto que su trazado discurre transversalmente por el Parque Natural de Los Alcornocales, uno de los espacios naturales de mayor riqueza ecológica y paisajística de Europa. La transformación en autovía de este eje viario está resultando posible incorporando la variable ambiental desde la primera fase de toma de decisiones, en un proceso dinámico en el que además de las Consejerías de Medio Ambiente y la Consejería de Obras Públicas y Transportes, están interviniendo de forma activa empresas públicas y prestigiosos organismos científicos. Los estudios previos analizaron un total de 53 alternativas distintas de trazado, valorando los distintos grados de afección al medio natural, cultural y socioeconómico. Tras la correspondiente Evaluación del Impacto Ambiental e Información pública de la actuación propuesta, la Consejería de Medio Ambiente de Cádiz formuló la Declaración de Impacto Ambiental favorable del corredor propuesto, estableciendo un conjunto de prescripciones de obligado cumplimiento que han impuesto restricciones y condicionados técnicos sumamente exigentes para la definición y ejecución de las obras. Así mismo, y en aplicación de la Directiva Hábitats, la declaración de impacto especifica la necesidad de adoptar un programa de medidas compensatorias a los impactos generados por la actuación sobre las especies y los hábitats que se incluyen en la Red Natura 2000. En la definición de los proyectos de construcción de cada uno de los tramos de esta autovía, de 80 Km. de longitud, se realizó una optimización ambiental del trazado, evitando afectar las áreas más sensibles, para posteriormente abordar la definición y aplicación de medidas preventivas, protectoras y correctoras específicas a las características del medio y de la propia infraestructura. Entre las actuaciones correctoras del impacto ambiental más significativas que se han adoptado en la Autovía A-381 destacan: las medidas relacionadas con la fauna, como son la creación de falsos túneles, el sobredimensionado de puentes y viaductos o la instalación de pasos de fauna específicos, a los efectos de disminuir el efecto barrera que genera la infraestructura sobre la fauna, consiguiendo una permeabilidad en el tramo del Parque Natural superior al 16% del trazado; la compensación de tierras, buscando el equilibrio entre material sobrante y requerimientos de préstamos; la reposición de pasos ganaderos, vías de servicio y vías pecuarias interceptadas por la vía; la reducción de las pendientes de los taludes para evitar la erosión y favorecer el crecimiento de vegetación; la redacción y ejecución de Proyectos de Restauración Paisajística específicos a cada tramo, donde se incluyen las plantaciones, siembras, hidrosiembras, así como su conservación durante 24 meses, etc. La ejecución de las obras proyectadas se está acometiendo actualmente aplicando el mismo enfoque ambiental; la vigilancia y dirección de los trabajos ambientales se realiza bajo la supervisión de los especialistas ambientales integrados en las Direcciones de Obra, que aplican los Programas de Vigilancia Ambiental aprobados para cada actuación. En paralelo, se están aplicando Medidas Compensatorias, con actuaciones que no se