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Aves Terrestre Nativa

Streptopelia turtur (Linnaeus, 1758) Nombre:
Tórtola europea
Ámbito:
Terrestre
    Origen:
Nativa
    Identificador:
12356

Grupo Taxonómico

Aves

Taxonomía

  • Autor: (Linnaeus, 1758)
  • Reino: Animalia
  • División o Filo: Chordata
  • Clase: Aves
  • Orden: Columbiformes
  • Familia: Columbidae
  • Género: Streptopelia
Streptopelia turtur (Linnaeus, 1758)

Estado legal y de conservación

VU

Estado UICN (España):  VU (Vulnerable)

VU

Estado UICN (Mundial):  VU (Vulnerable)

VU

Estado UICN (Península):  VU (Vulnerable)

Idioma Nombre
Castellano Tórtola europea
Castellano Tórtola europea
Francés Tourterelle des bois
Inglés European Turtle Dove
Inglés European Turtle-Dove
Inglés Turtle Dove
Atributo Descripcion Fuente
Distribución

Mundial. Cría en el Paleártico occidental y África tropical e inverna en el Sahel desde Senegal y Guinea hasta Sudán y Etiopía. Las poblaciones de Europa occidental migran a través del SO francés y la península Ibérica donde se reúnen con las aves locales para atravesar Marruecos y Mauritania. Otra vía migratoria discurre por Italia, Malta, Túnez y Libia.

Ocupación estival de la mayor parte de Europa excepto Islandia, Irlanda y Escandinavia donde existen citas escasas, y se extiende hacia el este hasta Turquía y el Caspio (Cramp, 1985; Hagemeijer & Blair, 1997; Bankovics, 2001). Sus contingentes han descendido entre 1970- 1990, especialmente desde mediados de 1980, particularmente en Europa occidental (Hagemeijer & Blair, 1997). España.

En la península Ibérica y Canarias cría la subespecie nominal. En Baleares, la subespecie arenicola que se extiende por el norte de África y cría también en Melilla. Se distribuye de forma discontinua y heterogénea por toda la Península a excepción de las áreas de montaña.

Ausente o muy escasa en la cornisa cantábrica y Pirineos, sierras de La Demanda, Cameros y Urbión, Serranía de Cuenca y Montes Universales, zona oriental de La Mancha, sierras de Cazorla y Segura, sierra de Guadalupe, Llanos de Cáceres, La Serena y valle del Guadalquivir. Aparente disminución de cuadrículas cubiertas en la cornisa cantábrica y Pirineos, áreas de Galicia y provincia de Ávila, y se abren huecos de ausencia en las comarcas de La Serena y norte de Córdoba respecto al anterior atlas (Purroy, 1997). Prefiere mosaicos con alternancia de arbolado, setos y cultivos, así como montes adehesados y bosques de ribera en paisajes agrícolas con bebederos cercanos.

En función de la existencia de hábitats adecuados se producen concentraciones puntuales (Fernández & Camacho, 1989). Normalmente no cría por encima de los 1.000 m, pero en áreas mediterraneas las condiciones de sequedad permiten la nidificación en cotas más elevadas. Migración otoñal especialmente en septiembre, más occidental que la primaveral, en abril y mayo (Bernis, 1967).

Informe nacional sobre la aplicación de la Directiva Aves en España 2008-2012.
Hábitat

Especie monógama que cría generalmente por debajo de los 1.000 msnm en árboles bajos o arbustos Olea, Quercus, Crataegus, Sambucus, Rosa (Cramp, 1985; Fernández & Camacho, 1989). Alimentación basada en semillas de cereales y especialmente de adventicias arvenses: Chenopodium, Polygonum, Synapis, Fumaria, Centaurea, Medicago, Stellaria. También en ocasiones artrópodos (Cramp, 1985). Ha sufrido cambios en sus costumbres, asociados a la expansión de cultivos industriales como el Girasol (obs. pers.).

Solitaria o en parejas durante la cría, forma pequeños grupos en los pasos migratorios. Tiene un exito reproductor mediocre y variable espacial y temporalmente, habiéndose señalado un porcentaje de nidos perdidos por temporada próximo al 40% (España) y hasta el 60% en Extremadura, siendo el porcentaje de nidos con éxito en la incubación del 64% en España, con cifras notablemente bajas (40%) en Extremadura (Purroy, 2000; Rocha & Hidalgo, 2000; Tucker & Heath, 1994). La distribución de frecuencia de las puestas es ligeramente bimodal, lo que indicaría posibilidad de dos puestas consecutivas, al menos en algunas áreas.

Es una especie muy sensible a molestias durante la reproducción (Cramp, 1985; Peiró, 1990, 2001; Fernández & Camacho, 1989; Rocha & Hidalgo, 2000). La migración postnupcial comienza a finales de agosto pero el grueso migratorio se moviliza en septiembre (Bernis, 1967). Durante la invernada en África, se conocen grandes dormideros comunales, algunos de más de un millón de aves (Purroy, 2000).

Los pasos son momentos sensibles para la especie, por producirse agrupaciones en buenos comederos. Presenta una fuerte filopatría, con retorno sistemático a las mismas áreas de cría (Cramp, 1985). En ambientes favorables (campiñas, melojares y encinares), alcanza 1,5 aves/10 ha (Purroy, 2000).

Prefiere mosaicos con alternancia de arbolado, setos y cultivos, así como montes adehesados y bosques de ribera en paisajes agrícolas con bebederos cercanos. Rocha & Hidalgo (2000) han encontrado en Extremadura una mayor densidad reproductora en las fincas cuyo encinar presenta alto porcentaje de cultivo de cereal, mientras que la densidad es menor en los terrenos donde la dehesa es de pastos. En Andalucía aunque las densidades más altas se obtienen en los bosques de ribera, teniendo en cuenta la gran superficie de ocupación de los olivares y encinares, son estos ambientes los que albergan las mayores poblaciones (Gutiérrez, 2000).

Se han encontrado altas densidades en los olivares del Guadalquivir en la provincia de Córdoba (Fernández & Camacho, 1989). 0,7 aves/10 ha en dehesas ganaderas, 2,3 aves/10 ha en dehesas cerealistas y 1,5 aves/10 ha en olivares (Muñoz-Cobo, 2001a). En Cuenca también cría en pinares, aunque se trata de un hábitat marginal (Peiró, 2001).

En Baleares lo hace en acebuche, pino carrasco y encina (GOB, 1997a). En Canarias habita en una amplia variedad de hábitats a muy diversas alturas: áreas desérticas, cultivos, fayal-brezal, laurisilva degradada, pinares e inclusive matorral de alta montaña (Martín & Lorenzo, 2001). Ocupa pinares clareados, olivares, olmedas y arboledas periurbanas, siempre que existan abrevaderos cercanos.

Distribución concentrada en olivares, frutaledas y ribazos en Murcia. En Navarra está presente en cultivos, zonas arboladas y pinares mediterráneos (P. halepensis), con densidades muy bajas en olivares. En Valencia muestra preferencia por las masas de quercíneas y por los pinares de Pinus halepensis y P.

pinaster siendo más escasa en los de P. sylvestris más húmedos. También presente en sotos fluviales, olmedas, choperas de repoblación y áreas de cultivo.

Libro Rojo de las Aves de España. 2004
Medidas de conservación

La delicada situación de la tórtola precisa de planes de acción coordinados entre las distintas CC.AA. que permite asegurar la viabilidad y recuperación de sus poblaciones. No cabe duda de que España tiene una gran responsabilidad en la conservación de esta especie a nivel europeo, puesto que acoge una proporción importante de su población reproductora y migratoria. Conservación del hábitat: Es prioritaria una adecuada gestión de los ecosistemas agrarios, respetando setos y mosaicos, limitando el uso de herbicidas e insecticidas y creando bandas perimetrales sin tratamiento.

Para respetar sus requerimientos biológicos, deben conservarse los lugares de nidificación, especialmente bordes de bosques, matorral y setos y no ceñirse exclusivamente a usos basados en intereses agrícolas y forestales. Es necesario el mantenimiento de la estructura natural de los bosques, con diferentes estratos y abundante matorral, evitando podas y limpiezas. Especial mención merece la conservación de los sotos fluviales y el mantenimiento de árboles muertos que las tórtolas utilizan par emitir los reclamos primaverales (Boutin, 2001a).

El aumento del número de lugares atractivos para la especie puede reducir las grandes concentraciones estivales. La dispersión puede ser muy útil para evitar problemas por tratamientos agrícolas o presión cinegética (Gutiérrez, 2000, 2001; Hidalgo & Rocha, 2001). La creación de charcas con suave pendiente, rodeadas de setos, puede favorecer esta dispersión.

En los países de invernada, es necesaria la conservación de los bosques de mimosas que albergan los principales dormideros invernales en África (Jarry, 1999; Boutin, 2001a). Las malas prácticas cinegéticas: utilización de cebos, caza en los campos de girasol tardíos, bebederos y tiradas sin cuota de capturas, deberían desaparecer por razones de conservación y de ética (Ballesteros, 1998; Usuraga, 2001). La propuesta más contundente para frenar la caída plantearía una moratoria de caza de varios años (Lucio & Purroy, 1992; Purroy, 1996; Banda & Justribó, 1999; Hidalgo & Rocha, 2001).

Una medida efectiva podría requerir cinco años de parada venatoria, al tiempo que se toman otra serie de medidas respecto al hábitat. Otras medidas deben orbitar alrededor del retraso en la apertura, reducción del periodo de caza y creación de cupos estrictos, prohibición de la caza primaveral en Marruecos y Francia (Adenex, 1988; Boutin, 2001a) y la persecución de las cacerías en comederos (Hidalgo & Rocha, 2001a, b). Numerosos autores proponen posponer la apertura a primeros de septiembre para proteger a las aves de cría tardía (Adenex, 1988; Peiró, 2001; Hidalgo & Rocha, 2001a, b), ya que esta medida reduciría el índice de jóvenes muertos (Hidalgo & Rocha, 2001a, b).

Desde el sector cinegético se propone el retraso de apertura después del 20 de agosto (abarcando sólo 12 días hábiles). Cupo máximo de 18 piezas entre tórtola y codorniz por cazador y día y no cazar a menos de 100 m de aguaderos y cebaderos (Montoya et al., 1994). Es necesaria la coordinación interautonómica en cuanto a las fechas de caza y una gestión supranacional de la especie.

Las restricciones en alguna Autonomía, de forma puntual, provocan rechazo de los cazadores que lo consideran un agravio comparativo. Es necesaria una mayor responsabilidad de las asociaciones de cazadores que deberían tener más iniciativas en este sentido, y colaborar para realizar una gestión más coservacionista que impulse de nuevo sus efectivos. Es urgente una gestión más biológica que burocrática.

El auge de la caza durante la segunda mitad del siglo XX (López, 1991) no ha ido acompañado de medidas de gestión responsable para con la especie. Debe desaparecer la caza en áreas sensibles con concentraciones de ejemplares en paso y en dormideros invernales de la especie en África. Seguimiento de las poblaciones: La determinación de las tendencias debe hacerse con métodos apropiados, coordinadamente con otros países para obtener resultados comparables tanto de censos primaverales (Cordeiro et al., 2001b) como de resultados de caza.

El conocimiento del volumen de capturas y su evolución es esencial para establecer pautas de manejo (Boutin, 2001a). Las grandes fluctuaciones poblacionales dificultan la interpretación de tendencias por lo que son necesarios métodos de seguimiento comparables prolongados a lo largo de decenios. Los inventarios oficiales de caza menor deben considerar esta especie separadamente del resto, como ya se hace con la Perdiz y la Codorniz, para que pueda realizarse un seguimiento anual de capturas en España a partir de las estadísticas provinciales de caza del MAPA.

Son necesarios también censos de los principales dormideros en Senegal y Malí (Boutin, 2001a).

Libro Rojo de las Aves de España. 2004
Presiones y amenazas

Padece una problemática diferente en las áreas de cría, paso e invernada, que se superponen e inciden sobre la población. El declive es consecuencia de la interacción de muchos factores que afectan de forma generalizada a la especie. En las áreas de cría: Como causas de la regresión se señalan la degradación del hábitat, por destrucción de setos, bosques de ribera y paisajes en mosaico, motivada en gran medida por las concentraciones parcelarias, que homogeneizan el paisaje natural, y la intensificación agrícola, con abuso de herbicidas que eliminan las plantas adventicias, de las que se nutre especialmente en primavera (Lucio & Purroy, 1992; Purroy, 1995, 1997 y 2000; Jarry, 1997; Boutin, 2001a; Rocha & Hidalgo, 2001a, b; Ballesteros, 2002). La intensificación del olivar con desaparición de plantas adventicias y la reducción de la superficie de girasol han incidido en la reducción de las poblaciones por pérdida de hábitat y disminución de alimento disponible (F. Suárez, com. pers.).

La destrucción de fresnedas y bosques de ribera, sustituidos por cultivos de chopos, tiene un gran impacto en la especie, por tratarse de los hábitats con mayores densidades (Gutiérrez, 1999 y 2000; Ballesteros, 2002). Asimismo, el aumento de superficies de coníferas, en detrimento de otros hábitats seleccionados positivamente por la especie supone un perjuicio claro para las tórtolas (Fernández & Camacho, 1989; Gutiérrez, 1994, 1999; Díaz et al., 1996). Se ha sugerido el riesgo de competición con la Tórtola Turca (Rocha & Hidalgo, 1998), ya que cuando ésta ocupa lugares alejados de los núcleos urbanos la común puede verse desplazada.

Este sería el caso de Extremadura, donde más de la mitad de la población de Tórtola Turca está alejada de dichos núcleos (Rocha & Hidalgo, 2001a, b). En Hungría, por ejemplo, la Tórtola Común ha desaparecido de una gran parte de sus áreas tradicionales con posterioridad al crecimiento de poblaciones de turca (Glutz & Bauer, 1993). Áreas de paso: La caza durante la primavera en Marruecos y el sur de Francia pueden haber acelerado el declive de las poblaciones de Europa occidental.

Especialmente tratándose de una especie con bajo éxito de cría. En Francia se caza durante las tres primeras semanas de mayo en el Médoc (vía migratoria principal de la especie), aludiendo a falsas tradiciones. También en primavera se cazan entre 100.000 y 140.000 tórtolas en Marruecos (Jarry, 1999), y en el valle del Souss marroquí, se calcula un millón de tórtolas cazadas en el paso postnupcial (Fernández & Camacho, 1989).

Las máximas capturas tienen lugar a finales de agosto y principios de septiembre (obs. pers.). Se producen concentraciones estivales en zonas con una adecuada disponibilidad trófica y existencia de aguaderos cercanos. Estas zonas son cada vez más escasas, lo que ocasiona concentraciones numerosas que la hacen más vulnerable frente a la presión cinegética y los tratamientos agrícolas (Gutiérrez, 2000; Ballesteros, 2002) (1).

Áreas de invernada: La sequía y los desórdenes climáticos en las áreas de invernada africanas, conjuntamente a la degradación del hábitat y la destrucción de los densos bosques de acacias tienen graves efectos sobre la especie (Lucio & Purroy, 1992; Jarry, 1997; Boutin, 2001a; Ballesteros, 2002). La caza en invernada en Senegal y Malí, época de comportamiento muy gregario, acrecienta su vulnerabilidad, habiendo desaparecido algunos dormideros ocupados durante decenios (Jarry, 1999). Efectos de la caza: En la Unión Europea se calculan entre dos y cuatro millones de ejemplares cazados anualmente (Boutin, 2001a).

La gestión cinegética vigente no contribuye a la conservación de la tórtola sometida a una excesiva presión (Blanco & González, 1992; Lucio & Purroy, 1992; Tucker & Heath, 1994; Purroy, 1995; Jarry, 1997; Ballesteros, 1998, 2000, 2001; Boutin, 2001a), que ha supuesto su prohibición en algunas comunidades autónomas (Sáenz de Buruaga, 1991).

Libro Rojo de las Aves de España. 2004
Autoridad Aplicación Conservación
UICN VU (Vulnerable) España
UICN VU (Vulnerable) Mundial
UICN VU (Vulnerable) Península
  • - Lista patrón de las especies silvestres presentes en España
  • - Informe nacional sobre la aplicación de la Directiva Aves en España 2008-2012.
  • - Informe nacional sobre la aplicación de la Directiva Aves en España 2008-2012.
  • - Inventario Español de Especies Terrestres (IEET)
  • - Libro rojo de las Aves de España (2007)
  • - Inventario Español de Parques Zoológicos
  • - Libro Rojo de las Aves de España. 2004
  • - Directiva 2009/147/CE (Directiva Aves)
  • - Reglamento (CE) 338/1997, del Consejo, de 9 de diciembre de 1996, relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio (CITES UE).
  • - Instrumento de ratificación del Convenio relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa, hecho en Berna el 19 de septiembre de 1979.
  • - Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestre y Marina
  • - Informe nacional sobre la aplicación de la Directiva Aves en España 2013-2018.
  • - Informe nacional sobre la aplicación de la Directiva Aves en España 2013-2018.
  • - Programa Seguimiento Fenológico Reservas de la Biosfera
  • - Programa Seguimiento Aves Parques Nacionales
  • - Informe de anillamiento y recuperaciones de aves en España (2020-2021)
  • - Listado de Referencia de Especies de Directiva para Natura 2000 Aves España
  • - Listado de Referencia de Especies de No Directiva de Natura 2000 Aves España
  • - Lista Roja de la UICN (Mundial) - IUCN Red List of Threatened Species (Global Assessment)
  • - Libro Rojo de las aves de España 2021
									
Estado legal Catálogos Norma Población
Anexo II Directiva 2009/147/CE (Directiva Aves) Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves silvestres. DOUE L 20/7 de 26 de enero de 2010 Información sobre las especies incluidas en los Anexos del Convenio de Berna o Convenio relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa, proveniente de la Base de Datos europea EUNIS sobre especies a fecha de Mayo 2016.
Anexo A Reglamento (CE) 338/1997, del Consejo, de 9 de diciembre de 1996, relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio (CITES UE). Reglamento (UE) 2019/2117 de la Comisión, de 29 de noviembre de 2019, por el que se modifica el Reglamento (CE) nº 338/97 del Consejo relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio. DOUE 320, de 11 de diciembre de 2019
Anexo III Instrumento de ratificación del Convenio relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa, hecho en Berna el 19 de septiembre de 1979. Instrumento de ratificación del Convenio relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa, hecho en Berna el 19 de septiembre de 1979. BOE 235 de 1 de octubre de 1986
En Peligro de Extinción Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestre y Marina Orden de 24 de mayo de 2022, de la Consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, por la que se modifica el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre y Marina, y se incluye a la tórtola europea (Streptotelia turtur) en la categoría de especie en peligro de extinción. BOPV 113 de 13 de junio de 2022