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Espacios protegidos

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  • Espacios Naturales Protegidos

    De acuerdo con la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, tienen la consideración de Espacios Naturales Protegidos aquellos «espacios del territorio nacional, incluidas las aguas continentales y las aguas marítimas bajo soberanía o jurisdicción nacional, incluidas la zona económica exclusiva y la plataforma continental, que cumplan al menos uno de los requisitos siguientes y sean declarados como tales:

    • Contener sistemas o elementos naturales representativos, singulares, frágiles, amenazados o de especial interés ecológico, científico, paisajístico, geológico o educativo.
    • Estar dedicados especialmente a la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica, de la geodiversidad y de los recursos naturales y culturales asociados.

    La Legislación estatal prevé cinco figuras de protección (Parques, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas, Monumentos Naturales, Paisajes Protegidos); la legislación autonómica relativa a la conservación de la naturaleza incrementa las denominaciones elevando la tipología de espacios naturales a más de 40.

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  • Red natura 2000

    La Directiva de Hábitat 92/43/CEE obliga a todos los Estados Miembros de la Unión Europea a entregar una lista nacional de lugares de importancia comunitaria según sus Anexos, la cual, en sucesivas fases, se transformará a Lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y después en Zonas de Especial Conservación (ZEC). Tales ZEC, junto con las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), conforman la futura Red Natura 2000.

    Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea.

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  • Áreas protegidas por instrumentos internacionales

    De acuerdo con la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, tienen la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales todos aquellos espacios naturales que sean formalmente designados de conformidad con lo dispuesto en los Convenios y Acuerdos internacionales de los que sea parte España y, en particular, los siguientes:

    • Los Humedales de Importancia Internacional, del Convenio de Ramsar.
    • Los sitios naturales de la Lista del Patrimonio Mundial, de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural.
    • Las áreas protegidas del Convenio para la protección del medio ambiente marino del Atlántico del nordeste (OSPAR)
    • Las Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), del Convenio para la protección del medio marino y de la región costera del Mediterráneo.
    • Los Geoparques, declarados por la UNESCO.
    • Las Reservas de la Biosfera, declaradas por la UNESCO.
    • Las Reservas biogenéticas del Consejo de Europa

    El régimen genérico de protección de estas áreas será el establecido en los correspondientes Convenios y Acuerdos internacionales.
    La información oficial de cada una de las áreas protegidas por instrumentos internacionales existentes en España constará en el Inventario Español de Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000 y Áreas protegidas por instrumentos internacionales, pendiente de instrumentación reglamentaria.
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Nombre Figura de protección Descripción
Encinares de la Sierra de Avila - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El espacio forma parte de la sierra de Ávila y sus estribaciones, situado al oeste de la capital de esta provincia. Se trata de un territorio de relieves suaves, con una altitud media de 800-1.500 m, donde se alternan colinas y lomas redondeadas con valles poco profundos. Los sustratos predominantes son granitos de edad paleozoica y arenas silíceas fruto de su descomposición, siendo frecuentes los berrocales. En el paisaje vegetal del espacio destacan las masas de encinar silicícola, con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas pedunculata, adehesado en ocasiones y relativamente poco desarrollado pero que en ocasiones puede llegar a cubrir extensiones considerables de forma continua. Los escobonales de Cytisus scoparius y los jarales de Cistus ladanifer y Cistus laurifolius son los matorrales dominantes. Los usos ganaderos de buena parte del territorio favorecen el desarrollo de extensos pastizales de diferente naturaleza como vallicares, majadales y berceales. En la sierra nacen varios arroyos que pueden presentar algunos tramos con sotos relativamente bien conservados.
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Campo Azalvaro - Pinares de Peguerinos Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este Espacio, compartido por las provincias de Ávila y Segovia, se caracteriza por presentar dos sectores claramente diferenciados. Por una parte, los alrededores de Peguerinos, en la cuenca alta del río Cofio, con cotas que alcanzan los 1.900 metros (Cueva Valiente), albergan importantes extensiones de pinares de pino silvestre (Pinus sylvestris), con presencia de pastizales, piornales y roquedos en las cotas más elevadas. El otro sector lo constituye la comarca del Campo Azálvaro que se corresponde con la cuenca alta del río Voltoya, que forma un amplio valle de orientación nordeste-sudoeste con una altitud media elevada (1.250 metros), caracterizado por una extensa llanura dominada por pastizales. En algunos tramos del río todavía se conserva un bosque de ribera en bastante buen estado. En las zonas de menor altitud se encuentran pequeñas superficies de encinares y rebollares, apareciendo de forma aislada bosquetes de pinos, castaños, fresnos o robles en las laderas del valle del Voltoya que alternan en las zonas de mayor altitud con los piornales. En el Espacio se encuentra incluido el embalse del Voltoya (o de los Serones), creado en el año 1982.
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Encinares de los rios Adaja y Voltoya Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Situada al norte de la ciudad de Ávila, se trata de una zona de relieves suaves donde se alternan colinas y lomas redondeadas con valles poco profundos. La zona es atravesada por los ríos Adaja y Voltoya, que presentan bosques de ribera generalmente bien conservados, con muy buenos ejemplos en tramos determinados. Estos dos ríos discurren en este espacio por amplios valles en los que son frecuentes los berrocales. La vegetación dominante es un encinar relativamente poco desarrollado pero que en ocasiones puede llegar a cubrir extensiones considerables de forma continua, predominando masas de encinar silicícola, con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas pedunculata, tanto adehesadas como en su estado más natural. Los escobonales de Cytisus scoparius y los jarales de Cistus ladanifer y Cistus laurifolius son los matorrales dominantes. Los usos ganaderos de buena parte del territorio favorecen el desarrollo de pastizales de diferente naturaleza como vallicares, majadales y berceales. El espacio incluye la laguna de Taeña, salina y de carácter estacional, masas de agua artificiales como las graveras de Maello junto al río Voltoya, muy naturalizadas en la actualidad, y el embalse de las Cogotas sobre el cauce del río Adaja.
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Encinares de la Sierra de Avila Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
El espacio forma parte de la sierra de Ávila y sus estribaciones, situado al oeste de la capital de esta provincia. Se trata de un territorio de relieves suaves, con una altitud media de 800-1.500 m, donde se alternan colinas y lomas redondeadas con valles poco profundos. Los sustratos predominantes son granitos de edad paleozoica y arenas silíceas fruto de su descomposición, siendo frecuentes los berrocales. En el paisaje vegetal del espacio destacan las masas de encinar silicícola, con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas pedunculata, adehesado en ocasiones y relativamente poco desarrollado pero que en ocasiones puede llegar a cubrir extensiones considerables de forma continua. Los escobonales de Cytisus scoparius y los jarales de Cistus ladanifer y Cistus laurifolius son los matorrales dominantes. Los usos ganaderos de buena parte del territorio favorecen el desarrollo de extensos pastizales de diferente naturaleza como vallicares, majadales y berceales. En la sierra nacen varios arroyos que pueden presentar algunos tramos con sotos relativamente bien conservados.
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Cerro de Guisando Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este espacio abarca el extremo oriental del macizo de Gredos. Se trata de un cerro granítico, de relieves poco pronunciados, que se eleva hasta los 1.300 metros de altitud. El Espacio se encuentra caracterizado por albergar importantes formaciones de pinares de pino resinero (Pinus pinaster), sobre todo en su cara norte. Estos pinares pueden aparecer formando masas mixtas con frondosas en las que aparecen también hábitats azonales como roquedos y pequeñas turberas, dando paso en las caras sur y este a formaciones dominadas por encinares (Quercus ilex) acompañados de enebros de miera (Juniperus oxycedrus) y cornicabras (Pistacia terebinthus) tanto de carácter denso como aclaradas en las zonas de relieve menos pronunciado, donde forman mosaicos adehesados con pastizales y matorrales mediterráneos. Las cotas más altas están ocupadas por matorrales densos y pastizales de montaña, mientras que en los piedemontes se alternan encinares, melojares (Quercus pyrenaica), fresnedas (Fraxinus angustifolia) y castañares (Castanea sativa) en las zonas más húmedas. Entre las formaciones de matorral destacan los escobonales de Cytisus scoparius con Genista falcata que acompañan a los castañares y melojares y cubren los claros de suelos profundos, y por ser hábitat de importancia comunitaria los matorrales retamoides dominados por la retama (Retama sphaerocarpa). En la garganta de la Yedra y en los tramos incluidos de los arroyos Avellaneda y Tórtolas se pueden encontrar importantes alisedas (Alnus glutinosa).
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Pinares del Bajo Alberche Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio de media montaña (máximos alrededor de los 1.200-1.500 metros) situado en el sureste de la provincia de Ávila, entre la sierra de Malagón por el norte y el río Alberche por el sur, que constituye un corredor idóneo entre las sierras de Gredos y Guadarrama. El Espacio se encuentra caracterizado por albergar importantes formaciones de pinares de pino resinero (Pinus pinaster), sobre todo en los términos de Las Navas del Marqués y Navalperal de Pinares, y de pino piñonero (Pinus pinea) en Cebreros, El Hoyo de Pinares y San Bartolomé de Pinares. Este espacio abarca dos unidades fisiográficas diferentes: paramera-altiplanicie de Navas del Marqués y depresión de Cebreros-El Tiemblo. La litología predominante son los granitos. En la primera el relieve es más o menos llano y en ella se pueden observar berrocales graníticos. En la segunda, la red fluvial está encajada (Alberche y afluentes) formando valles profundos y gargantas, siendo frecuentes los berrocales y los domos graníticos. Los extensos pinares se encuentran intercalados frecuentemente con pastizales aprovechados por el ganado, matorrales y berrocales graníticos en las zonas de mayor altitud (por ejemplo, en Las Cabreras). En las áreas meridionales del Espacio el pinar da paso a encinares con pastizales, en ocasiones adehesados, tomillares, cantuesares y formaciones de matorral mediterráneo de porte alto en las laderas. También son de destacar las formaciones de rebollares, preferentemente en el norte del Espacio, y los enebrales en los valles del oeste que parecen encontrarse en expansión. En los principales cauces fluviales como los ríos Gaznata, Becedas, Cofio y Sotillo aparecen alisedas y fresnedas en buen estado de conservación. Localmente se dan cultivos de viñas que se encuentran en franca regresión
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Valle del Tietar Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este Espacio incluye gran parte de la zona castellano leonesa del valle del Tiétar, de la vertiente sur del macizo oriental de la Sierra de Gredos y de las sierras del Cabezo y del Valle. Se trata de un espacio con un gran desnivel altitudinal, desde los 2178 m del pico del Cabezo hasta los escasos 290 m en el punto menos elevado del valle del Tiétar en Castilla y León. Geológicamente, la fosa tectónica del Tiétar delimita al sur la sierra de Gredos, predominando en ambas estructuras las litologías graníticas paleozoicas. Son destacables también, aunque menos importantes que en la sierra de Gredos, las formas del modelado glaciar y periglaciar presentes en este Espacio. El Espacio cuenta con un rico elenco de hábitats de muy variada naturaleza. Entre ellos se pueden destacar los diferentes tipos de bosques, como las formaciones esclerófilas de encinas y alcornoques, los melojares de Quercus pyrenaica, los pinares relictos de Pinus nigra salzmannii, los pinares de pino resinero (Pinus pinaster) o los pinares de pino piñonero (Pinus pinea), sin olvidar las fresnedas y saucedas vinculadas a las zonas con niveles freáticos elevados. Los matorrales también presentan esta variedad, con medios tan diferentes como los cantuesares y tomillares de las zonas basales y los piornales de altura. Esta riqueza de hábitats se ve aumentada si cabe con los pastizales, entre los que destacan los crioturbados de las cotas más elevadas, los cervunales, muy importantes como pastos de verano, o los muy diferentes vallicares y majadales que se pueden encontrar en las dehesas. El carácter térmico del valle permite el cultivo de olivos. En la vega del río Tiétar existen formaciones de bosque de ribera bastante bien conservadas, alternando con huertas, pequeños cultivos y pastizales adehesados. El tramo inferior del río Tiétar en el Espacio se encuentra embalsado por el embalse de Rosarito, de interés para las aves acuáticas. Destaca también la existencia de numerosas gargantas y pequeños ríos que vierten al río Tiétar, caracterizados por presentar un régimen estacional irregular, permanente pero con fluctuaciones a lo largo del año, condicionado por un elevado gradiente altitudinal, dada la proximidad entre su cabecera y su desembocadura. Los tramos medios están encajados y presentan bandas laterales de vegetación riparia que otorgan protección ante las arroyadas regulares que provocan grandes arrastres de material. En el tramo medio de los ríos Arenal, Arbillas y Muelas encuentran refugio pequeñas loreras (Prunus lusitanica) de gran interés botánico.
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Sierra de la Demanda - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La sierra de la Demanda es un alargado macizo, situado en el límite septentrional del sistema Ibérico y que se encuentra articulado en torno a las sierras de San Millán, Mencilla y Neila. Su máxima altura, también es la culminación de la provincia, son los 2131 metros del pico San Millán. Las aguas superficiales de la Sierra de la Demanda son vertidas a cinco subcuencas, la del Tirón, Oca y Najerilla ? pertenecientes a la cuenca del Ebro ? y las del Arlanza y Arlanzón ? pertenecientes a la cuenca del Duero ?. Desde el punto de vista geomorfológico la sierra de la Demanda, en la que aflora un viejo núcleo paleozoico compuesto por pizarras, esquistos y cuarcitas, destaca por los restos dejados por el glaciarismo cuaternario en casi todas las cumbres de la sierra. Entre dichas formaciones destacan los circos glaciares de las lagunas de Neila, así como formaciones erosivas periglaciares (canchales, pedreras, derrubios, coladas y desprendimientos), otras expresiones del glaciarismo (sistemas morrénicos, depósitos, cubetas y valles colgados) o las singularidades geológicas que representan los afloramientos de rocas calizas en las cumbres elevadas de Muñalba o los filones de cuarzo en la zona de la Esculca. El glaciar de la cara norte de la cumbre de La Campiña dispone de un gran circo de paredes escarpadas abierto al nordeste, y otro inmediatamente inferior desde donde el glaciar emitió una lengua con sendas morrenas laterales, que hacia abajo, tienden a juntarse formando una morrena frontal. Este glaciar, origen de las lagunas Negra, Larga y de La Cascada, tuvo una longitud de unos 3 km desde la pared del circo superior hasta el frente terminal. Los abruptos relieves remodelados por ríos y arroyos permiten que en áreas relativamente pequeñas se encuentre una variada vegetación con presencia de hayedos en las laderas umbrías de hayas, rebollares de Quercus pyrenaica y extensos pinares de Pinus sylvestris. Como especies acompañantes aparecen, entre otros, robles albares (Quercus petraea), acebos (Ilex aquifolium) y puntualmente tejos (Taxus baccata). El melojar de la sierra de la Demanda, que se extiende desde el puerto de La Matilla (1.400 m) hasta el pueblo de Riocavado de la Sierra, se considera uno de los más extensos de la península Ibérica. Resultan especialmente sensibles por su vulnerabilidad las turberas, destacando por su singularidad la turbera flotante de la Laguna Larga.
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Ojo Guareña Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
En el norte de la provincia de Burgos, en la vertiente meridional de la cordillera Cantábrica, se alza un impresionante cejo rocoso formado por un potente paquete de calizas y dolomías, que descansa sobre un impermeable substrato de margas y calizas arcillosas. Este karst está constituido por dieciocho cavidades (Cueva Palomera, Sima Dolencias, Sima de los Huesos, entre otras), de las cuales diez están conectadas constituyendo en la actualidad el complejo de Ojo Guareña. Los procesos de karstificación han sido muy importantes, constituyéndose Ojo Guareña como el complejo de cavidades de mayor desarrollo de España y uno de los mayores del mundo, con 110 km de galerías. El karst está alimentado por dos ríos: el Guareña que se introduce a través del sumidero conocido como Ojo del Guareña, y el río Trema que tras cruzar los niveles calizos formando un cañón, se sume antes de llegar a Cornejo. Esta zona posee formaciones vegetales naturales bien conservadas. Los hayedos se reducen a formaciones de pequeña extensión, localizados en valles umbríos y húmedos en la zona de ladera. Asociados a ellos los escasos abedulares son en muchos casos una etapa secuencial regresiva del hayedo. Por el contrario, el encinar ocupa amplias extensiones en la banda meridional del Espacio, en ocasiones constituyendo masas mixtas con el quejigo que aparece formando masas puras en la base de las cuestas calizas. Los melojares presentan diversos estadíos seriales de degradación a favor del matorral. Cuando se trata de masas bien conservadas su sotobosque suele ser rico, apareciendo en él especies como el acebo, el avellano y el espino albar. El matorral está compuesto por diversas ericáceas, leguminosas y plantas espinosas. El paisaje está dominado por un conjunto de cuestas que presentan un fuerte resalte topográfico, formadas por calizas y dolomías del Cretácico, excavadas por los ríos que discurren hacia el Sur. El río Trema y el arroyo de la Hoz atraviesan las presentes calizas para llegar finalmente al río Nela. Los arroyos de Entrambosríos, de Quintanilla y de Cueva, se aúnan para finalmente introducirse en la Sima de Ojo Guareña, desapareciendo de la superficie en un lugar de gran singularidad.
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Monte Santiago Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Monte Santiago es un espacio predominantemente atlántico, situado en el extremo nororiental de la provincia de Burgos, caracterizado por un paisaje de calizas masivas dominantes que destacan morfológicamente dando lugar a una cresta o ?cejo calizo?, con algunos rasgos de descomposición locales (arcillas), y alternancia de margas grisáceas. El relieve toma la forma de una ondulada ladera que va subiendo hacia el norte, donde se corta bruscamente en el borde de un anfiteatro rocoso formado por las cresterías calizas de la fuertemente karstificada Sierra Salvada, que se extiende desde la peña Orduña hasta el impresionante salto donde nace el río Nervión, flanqueando por el suroeste la depresión diapírica del valle de Arrastaria, ya en territorio del País Vasco. La existencia de un paquete de calizas compactas, superpuestas a materiales margosos más blandos, origina escarpes verticales en los niveles más duros, mientras que en los blandos se desarrolla una ladera que se suaviza hacia el fondo del valle de Orduña. El Salto del Nervión, con sus más de 300 metros de altura y su peculiar forma de cola de caballo, conforma una de las cascadas más grandes y llamativas de toda Europa occidental. Esta cascada se ha originado gracias a la diferente erosionabilidad de margas y calizas, unido a una zona especialmente débil por su fracturación, consecuencia de la estructura diapírica de Orduña. Dentro del modelado kárstico resultan especialmente destacables los sistemas de cuevas de Pozalagua y Monte Santiago, y las amplias superficies de dolinas y lapiaces, así como el sumidero de la Fuente Santiago. El agua es un factor esencial en el modelado kárstico del paisaje, pero el territorio carece prácticamente de cursos de agua subaéreos. La ubicación biogeográfica de este Espacio, en una zona de transición entre la España atlántica y la mediterránea, marca la ambigüedad propia de las áreas intermedias, que se manifiesta en la variedad de la cobertura vegetal del área, quedando ésta representada por la riqueza de especies de muy distintas exigencias. Así las formaciones de encinares y quejigares se sitúan en las cotas medias y bajas de las laderas de la zona, encontrándose el Espacio dominado por un frondoso y bien conservado hayedo en las cotas más altas, donde también se encuentran presentes forestaciones de coníferas. Consecuencia de una degradación avanzada de la formación arbórea, se puede distinguir un matorral de espesura variable de encina (apenas existe el matorral de quejigo), junto a otros matorrales de brezos (ericáceas), aulagas (leguminosas), enebros, sabinas, boj, gayubas, espino albar, etc.
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Monte Santiago Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Monte Santiago es un espacio predominantemente atlántico, situado en el extremo nororiental de la provincia de Burgos, caracterizado por un paisaje de calizas masivas dominantes que destacan morfológicamente dando lugar a una cresta o ?cejo calizo?, con algunos rasgos de descomposición locales (arcillas), y alternancia de margas grisáceas. El relieve toma la forma de una ondulada ladera que va subiendo hacia el norte, donde se corta bruscamente en el borde de un anfiteatro rocoso formado por las cresterías calizas de la fuertemente karstificada Sierra Salvada, que se extiende desde la peña Orduña hasta el impresionante salto donde nace el río Nervión, flanqueando por el suroeste la depresión diapírica del valle de Arrastaria, ya en territorio del País Vasco. La existencia de un paquete de calizas compactas, superpuestas a materiales margosos más blandos, origina escarpes verticales en los niveles más duros, mientras que en los blandos se desarrolla una ladera que se suaviza hacia el fondo del valle de Orduña. El Salto del Nervión, con sus más de 300 metros de altura y su peculiar forma de cola de caballo, conforma una de las cascadas más grandes y llamativas de toda Europa occidental. Esta cascada se ha originado gracias a la diferente erosionabilidad de margas y calizas, unido a una zona especialmente débil por su fracturación, consecuencia de la estructura diapírica de Orduña. Dentro del modelado kárstico resultan especialmente destacables los sistemas de cuevas de Pozalagua y Monte Santiago, y las amplias superficies de dolinas y lapiaces, así como el sumidero de la Fuente Santiago. El agua es un factor esencial en el modelado kárstico del paisaje, pero el territorio carece prácticamente de cursos de agua subaéreos. La ubicación biogeográfica de este Espacio, en una zona de transición entre la España atlántica y la mediterránea, marca la ambigüedad propia de las áreas intermedias, que se manifiesta en la variedad de la cobertura vegetal del área, quedando ésta representada por la riqueza de especies de muy distintas exigencias. Así las formaciones de encinares y quejigares se sitúan en las cotas medias y bajas de las laderas de la zona, encontrándose el Espacio dominado por un frondoso y bien conservado hayedo en las cotas más altas, donde también se encuentran presentes forestaciones de coníferas. Consecuencia de una degradación avanzada de la formación arbórea, se puede distinguir un matorral de espesura variable de encina (apenas existe el matorral de quejigo), junto a otros matorrales de brezos (ericáceas), aulagas (leguminosas), enebros, sabinas, boj, gayubas, espino albar, etc.
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Montes Obarenes Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Profundos desfiladeros son los protagonistas principales del paisaje de este espacio protegido. Las hoces excavadas por el río Ebro en Sobrón, el angosto desfiladero tallado por el río Oca en las proximidades de Oña y la garganta abierta por el río Purón en la sierra de Arcena son los más bellos ejemplos. El relieve de esta zona se constituye en la bisagra estructural que enlaza la cordillera Cantábrica y los Pirineos. Los pliegues anticlinales orientados de NW a SE configuran las principales cadenas montañosas de este Espacio, constituidos por crestas y bóvedas calcáreas de paredes verticales entre las que discurren los valles y depresiones. Se trata de un territorio de vocación forestal que alberga gran variedad de formaciones boscosas, fundamentalmente de frondosas, con notables extensiones de encinares, quejigares, rebollares, bosques mixtos y hayedos, así como de pinares naturales de pino silvestre y pino negral, variados pastizales y formaciones de matorral tales como las bujedas y los enebrales arborescentes. La riqueza de especies arbóreas y arbustivas que crecen en la zona viene dada por su situación a caballo entre las regiones biogeográficas atlántica y mediterránea. La compleja y accidentada orografía de este Espacio con una amplia gama de exposiciones y pendientes, los distintos tipos de suelos y la ambivalencia del clima, proporcionan un amplio espectro de posibilidades bioclimáticas para la instalación de esta variada vegetación. El resultado final es una auténtica encrucijada vegetal que supone la convivencia de una gran diversidad, riqueza y mezcla de especies de muy diferentes exigencias. Así en la zona conviven las hayas con las encinas, quejigos y alcornoques, los arces y serbales con los enebros y madroños, los brezos, aulagas y genistas con los tomillos y espliegos, y los prados de siega con las tierras cerealistas, siendo un fiel reflejo de un área estratégica de transición entre dos regiones biogeográficas.
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Montes Obarenes Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Profundos desfiladeros son los protagonistas principales del paisaje de este espacio protegido. Las hoces excavadas por el río Ebro en Sobrón, el angosto desfiladero tallado por el río Oca en las proximidades de Oña y la garganta abierta por el río Purón en la sierra de Arcena son los más bellos ejemplos. El relieve de esta zona se constituye en la bisagra estructural que enlaza la cordillera Cantábrica y los Pirineos. Los pliegues anticlinales orientados de NW a SE configuran las principales cadenas montañosas de este Espacio, constituidos por crestas y bóvedas calcáreas de paredes verticales entre las que discurren los valles y depresiones. Se trata de un territorio de vocación forestal que alberga gran variedad de formaciones boscosas, fundamentalmente de frondosas, con notables extensiones de encinares, quejigares, rebollares, bosques mixtos y hayedos, así como de pinares naturales de pino silvestre y pino negral, variados pastizales y formaciones de matorral tales como las bujedas y los enebrales arborescentes. La riqueza de especies arbóreas y arbustivas que crecen en la zona viene dada por su situación a caballo entre las regiones biogeográficas atlántica y mediterránea. La compleja y accidentada orografía de este Espacio con una amplia gama de exposiciones y pendientes, los distintos tipos de suelos y la ambivalencia del clima, proporcionan un amplio espectro de posibilidades bioclimáticas para la instalación de esta variada vegetación. El resultado final es una auténtica encrucijada vegetal que supone la convivencia de una gran diversidad, riqueza y mezcla de especies de muy diferentes exigencias. Así en la zona conviven las hayas con las encinas, quejigos y alcornoques, los arces y serbales con los enebros y madroños, los brezos, aulagas y genistas con los tomillos y espliegos, y los prados de siega con las tierras cerealistas, siendo un fiel reflejo de un área estratégica de transición entre dos regiones biogeográficas.
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Sabinares del Arlanza - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio intermedio entre dos unidades estructurales y estructurantes muy bien definidas, que son la cuenca terciaria del Duero y el sistema Ibérico. Desde el punto de vista litológico el espacio presenta una variadísima secuencia estratigráfica y litológica que ejerce notable influencia no sólo en las diversas unidades geomorfológicas sino también en el paisaje en su conjunto. Estos materiales no aparecen, en su mayor parte, en disposición horizontal, sino que están deformados en una serie de grandes pliegues ?que por su trascendencia en el relieve son una de las características definitorias del espacio natural- a los que se añaden algunas fallas y cabalgamientos. Los pliegues son las estructuras tectónicas más singulares y características, y las que le confieren una personalidad única como espacio de montaña media pero de gran anfractuosidad y espectacularidad. Se trata de una sucesión de pliegues sinclinales y anticlinales, todos con dirección noroeste-sureste. Son de destacar los sinclinales colgados de las mesetas del Gayubar, Peña Carazo, San Carlos y Peña Tejada. El territorio se encuentra a una altitud media de 850-1.200 msnm y se caracteriza por la abundancia de cortados calizos de origen fluvial, que surgieron como consecuencia de la erosión provocada sobre los bancos calizos del Cretácico Superior que forman el techo geológico, suavemente ondulado por la orogenia Alpina, dando lugar a un relieve general de paredes calizas escarpadas. En el espacio se encuentra el desfiladero de la Yecla, una profunda y estrecha garganta excavada por el arroyo del Cauce en los espesos bancos de calizas que caracterizan el relieve de las Peñas de Cervera. Desde el punto de vista de la vegetación el espacio se caracteriza por contener algunos de los sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera) más antiguos y extensos de la región. Junto a esos sabinares, a veces mezclados con ellos, encontramos también una buena representación de encinares continentales en los que destaca la presencia habitual de la gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) formando parte de su sotobosque. Completan este estrato arbóreo los pinares de Pinus sylvestris y Pinus pinaster, abundantes sobre todo por la zona sureste, y bosquetes de quejigos y rebollos de poca extensión, pero no por ello menos importantes. En el paisaje vegetal predominan, así, las formaciones abiertas de sabina albar y los encinares con sabina, formando mosaicos a menudo con varias comunidades de matorral y pastizal. Los primeros ocupan los páramos más elevados y continentalizados del espacio y los segundos sustituyen a los primeros en posiciones más térmicas y con suelos más desarrollados. Las mejores manifestaciones de sabinar tipo se localizan en los páramos de la Sierra de Carazo. En los ríos Arlanza y Mataviejas aparecen interesantes formaciones de bosque de ribera. Por otro lado, los pastizales ocupan vertientes poco pronunciadas, vaguadas y fondos de valle, y secundariamente áreas próximas a los núcleos de población. En muchos casos se desarrollan sobre suelos hidromorfos, regueros higroturbosos y enclaves manantíos. Destacan los pastizales acidófilos hidrófilos asociados a las dehesas con Quercus pyrenaica, pastos de diente meso-oligotróficos, los pastizales-juncales, los cervunales higrófilos, los pastizales de siega y los pastizales higrófilos neutrófilos de Molinia caerulea.
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Hoces del Alto Ebro y Rudron - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Ubicado al norte de la provincia de Burgos, en la zona de transición entre las regiones biogeográficas atlántica y mediterránea, caracterizado por extensas parameras de calizas duras con una topografía bastante llana, surcadas por profundas y sinuosas hoces fluviales y depresiones o valles estructurales formados por materiales blandos (arenas y margas), generadas por la acción erosiva de los ríos Ebro y Rudrón al toparse con sucesivas formaciones de calizas masivas, dando lugar a un sorprendente modelado kárstico sobre el páramo calizo de la Lora, en la zona de transición entre la meseta del Duero y la cordillera Cantábrica. La acción de las aguas sobre los materiales del Cretácico Superior ha creado una impresionante sucesión de cañones, gargantas y desfiladeros que casi llegan a alcanzar los 200 m. de profundidad. También son frecuentes las manifestaciones de la geomorfología kárstica, como las surgencias tobáceas, los relieves acastillados y las cuevas. Entre las surgencias, son de reseñar la resurgencia del río Rudrón en Barrio - Panizares después de su desaparición en el sumidero de Basconcillos del Tozo, y la Fuente de Orbaneja, poderoso manantial que surge de una de las cuevas cársticas del cañón del Ebro y que salva el gran desnivel hasta el río en cascadas. Las dos situaciones geomorfológicas diferenciadas (paramera y laderas del cañón), unido a la variedad litológica, determinan la presencia de diferente vegetación. En la superficie de paramera, además de unas condiciones climáticas más extremadas, el uso agrícola y ganadero ha debido ser tradicionalmente más extenso, de manera que en esta situación se encuentran grandes extensiones de pastos basófilos, encinares y quejigares, acompañados en los suelos más descarnados por enebrales y sabinares. En estos enclaves de páramo, se encuentran también forestaciones de pinos y cultivos de secano en los valles (Sedano, Zamanzas, Manzanedo). En las zonas con suelos más escasos vegetan extensas superficies de pastizales y de matorrales de sustitución, en los que se observa una dinámica tendente a la densificación del matorral derivada de la reducción de la carga ganadera extensiva. En las laderas de los cañones la vegetación cambia dependiendo de la orientación y la pendiente. En las laderas con menor insolación y suelos más profundos pueden encontrarse hayedos, mientras que en las laderas más expuestas se pueden encontrar encinares y en situaciones intermedias quejigares. En los paredones calizos se instalan comunidades de plantas rupícolas, mientras que en las riberas de los ríos Rudrón y Ebro se conservan buenas manifestaciones de la vegetación de ribera (favorecida por la inaccesibilidad de algunos tramos) con alisedas, saucedas arbustivas, fresnedas y tiledas de Tilia platyphyllos.
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El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas -  EPSG 4326.

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