Sarcocapnos speciosa Boiss. Nombre:

Hierba de la Lucía

Ámbito:

Terrestre

    Identificador:

7980

Endemismo del distrito Nevadense (Sierra Nevada), provincias de Almería y Granada. Ha sido considerada como S. crassifolia subsp. speciosa hasta tiempo reciente, atribuyéndosele una distribución muy superior.

Las citas del SE peninsular, ajenas a Sierra Nevada, han de corresponder a S. pulcherrima C. Morales & Romero García y S.

saetabensis Mateo & Figuerola.

Su reproducción sexual es alógama facultativa, y no presenta sistemas de autoincompatibilidad. Durante la maduración de los frutos, los pedicelos crecen y se curvan introduciéndose en grietas cercanas. Este fenómeno de autocoria es llamado geocarpia . Su dispersión tiene por tanto corto alcance, por lo que a menudo forma grupos de individuos muy cercanos unos a otros.

No se ha podido comprobar que se reproduzca de forma asexual. Si bien en ocasiones sus tallos aéreos pueden discurrir por las grietas de las rocas, no está demostrado que sean estolones con capacidad de enraizar.

Vegetación rupícola casmo-comofítica de roquedos verticales y extraplomados con naturaleza silícea (micasquistos). Aparece en un amplio rango altitudinal, desde el mesomediterráneo superior al supramediterráneo y alcanzando el oromediterráneo inferior. Le acompañan casmófitos (Centranthus nevadensis, Hieracium amplexicaule, Linaria verticillata) y más frecuentemente casmo-comófitos (Dianthus lusitanus, Antirrhinum hispanicum, Melica minuta). Asimismo, es habitual la presencia de helechos rupícolas (Asplenium adiantum-nigrum, A. trichomanes, A. foreziense) y crasuláceas (Sedum dasyphyllum, Sempervivum minutum, Umbilicus rupestris).

Accidentalmente puede tener compañeras propias de la vegetación climácica circundante (Festuca scariosa, Hormathophylla spinosa, etc.).

Se encuentra presente en casi todo el distrito Nevadense pero de forma dispersa, en los roquedos en los que se da la inclinación y orientación propicias para su desarrollo. Actualmente se estima la existencia de casi 6.000 ejemplares repartidos en, al menos, 19 poblaciones, lo cual supera ampliamente las cifras hasta ahora conocidas. Estas localidades apenas alcanzan en conjunto un área de ocupación de cerca de 8 kilómetros cuadrados.

Se ha de profundizar en el conocimiento de su genética poblacional, aumentar la vigilancia y protección de sus localidades, así como ensayar su cultivo y/o siembra directa para restituir las poblaciones más deterioradas, así como para representarlo en jardines botánicos in situ.

Al tratarse de una especie de requerimientos ecológicos muy precisos, sus poblaciones son pequeñas y fragmentarias, por lo que su mayor amenaza es la propia escasez de efectivos, su estenocoria y estenoicidad. Sin embargo, su hábitat está poco alterado al ser poco accesible, por lo que no sufre grandes presiones en la actualidad. Entre los factores antropozoógenos que podrían suponer una amenaza se encuentran la herbivoría de ganado doméstico y silvestre, actividades deportivas de escalada y, en pocos casos, la ampliación de carreteras. En cuanto a las amenazas de carácter natural se encuentran los desprendimientos rocosos y las de tipo climático, como el descenso de precipitaciones y el aumento de las temperaturas, ya que se han detectado numerosos individuos degenerando por desecación.

No está incluido por el momento en los planes de recuperación y conservación vigentes en Andalucía desde 2012, a pesar de estar catalogado por la legislación andaluza como “en peligro de extinción”. No obstante, hay accesiones de semillas recolectadas y conservadas en el Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz, y la Red Andaluza de Jardines Botánicos y Micológico ha puesto a punto su propagación, y realiza trabajos de localización y seguimiento de esta especie desde 2001. La práctica totalidad de sus localidades están incluidas en el Espacio Natural Sierra Nevada (P. Nacional, P. Natural y Reserva de la Biosfera).