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Espacios protegidos

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  • Espacios Naturales Protegidos

    De acuerdo con la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, tienen la consideración de Espacios Naturales Protegidos aquellos «espacios del territorio nacional, incluidas las aguas continentales y las aguas marítimas bajo soberanía o jurisdicción nacional, incluidas la zona económica exclusiva y la plataforma continental, que cumplan al menos uno de los requisitos siguientes y sean declarados como tales:

    • Contener sistemas o elementos naturales representativos, singulares, frágiles, amenazados o de especial interés ecológico, científico, paisajístico, geológico o educativo.
    • Estar dedicados especialmente a la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica, de la geodiversidad y de los recursos naturales y culturales asociados.

    La Legislación estatal prevé cinco figuras de protección (Parques, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas, Monumentos Naturales, Paisajes Protegidos); la legislación autonómica relativa a la conservación de la naturaleza incrementa las denominaciones elevando la tipología de espacios naturales a más de 40.

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  • Red natura 2000

    La Directiva de Hábitat 92/43/CEE obliga a todos los Estados Miembros de la Unión Europea a entregar una lista nacional de lugares de importancia comunitaria según sus Anexos, la cual, en sucesivas fases, se transformará a Lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y después en Zonas de Especial Conservación (ZEC). Tales ZEC, junto con las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), conforman la futura Red Natura 2000.

    Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea.

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  • Áreas protegidas por instrumentos internacionales

    De acuerdo con la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, tienen la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales todos aquellos espacios naturales que sean formalmente designados de conformidad con lo dispuesto en los Convenios y Acuerdos internacionales de los que sea parte España y, en particular, los siguientes:

    • Los Humedales de Importancia Internacional, del Convenio de Ramsar.
    • Los sitios naturales de la Lista del Patrimonio Mundial, de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural.
    • Las áreas protegidas del Convenio para la protección del medio ambiente marino del Atlántico del nordeste (OSPAR)
    • Las Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), del Convenio para la protección del medio marino y de la región costera del Mediterráneo.
    • Los Geoparques, declarados por la UNESCO.
    • Las Reservas de la Biosfera, declaradas por la UNESCO.
    • Las Reservas biogenéticas del Consejo de Europa

    El régimen genérico de protección de estas áreas será el establecido en los correspondientes Convenios y Acuerdos internacionales.
    La información oficial de cada una de las áreas protegidas por instrumentos internacionales existentes en España constará en el Inventario Español de Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000 y Áreas protegidas por instrumentos internacionales, pendiente de instrumentación reglamentaria.
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Nombre Figura de protección Descripción
Illas Cies Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Archipiélago cercano a la costa en el que se localizan importantes colonias de aves marinas (Larus cachinnans y Phalacrocorax aristotelis). Comunidades vegetales de interés: Honckenyo-Euphorbietum peplis; Crithmo-Armerietum pubigerae; Otantho maritimi-Amophiletum australis; Iberidetum procumbentis; Ulici latebracteati-Coremetum albi; Ulici europaei-Ericetum cinereae; Cisto salvifoli-Ulicetum humilis.
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Picos de Europa Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio de montaña de la región biogeográfica atlántica que en sus 24.000 ha alberga un rango altitudinal que oscila entre los más de 2.600 m en Torrecerredo y los 320 m del valle del Cares, dando cabida a litologías calizas y silíceas, con claro dominio de las primeras donde se dan importantes procesos cársticos que han permitido el desarrollo de una gran número de cavidades y simas, superando alguna de estas últimas los 1.000 m de profundidad. El relieve abrupto con una diferencia de altitudes superior a 2.300 m condiciona una gran variedad climática, permitiendo a su vez el desarrollo de un gran número de ambientes, especies y paisajes. Las zonas calizas del Espacio se caracterizan por la abundante vegetación arbórea, principalmente hayedos, aunque también están presentes quejigares (como los que aparecen en el valle de Valdeón sobre laderas de solana), encinares (como los desarrollados en las escarpadas laderas del desfiladero del Cares y hasta el Monte Corona), avellanares y bosques mixtos de frondosas. Las zonas tradicionalmente pastadas y/o aquellas por encima del límite del bosque, están ocupadas por pastizales de muy diversos tipos y matorrales (principalmente aulagares y enebrales). Imponentes paredones rocosos, pedregales y canchales calcáreos y excepcionales turberas complementan estas zonas. Respecto a estas últimas destacan las turberas de la Vega de Liordes, enclave excepcional en la cordillera Cantábrica para la conservación de estos ambientes. En cuanto a los ámbitos de naturaleza silícea, están también densamente poblados por bosque. Destacan igualmente los hayedos a los que acompañan robledales y abedulares, además de aparecer puntualmente representaciones de castañares. El mosaico pastizal/matorral en este caso cuenta con abundancia de piornales, brezales y enebrales, junto con los paredones rocosos, pedregales y canchales silíceos, así como las también relevantes turberas. Completan el paisaje vegetal las vegas próximas a los ríos y arroyos y los bosques de ribera (fresnedas y bosques mixtos) y saucedas arbustivas que los jalonan. Los paisajes de alta montaña han sido transformados históricamente debido al efecto de la presencia de una importante cabaña ganadera en extensivo, existiendo numerosas vías pecuarias que recorren el Espacio, habiéndose desarrollado una gran variedad de tipologías de pastizal y matorral en función de su ubicación y manejo. Actualmente la expansión del matorral en detrimento de prados y pastos se debe en gran parte a la disminución en muchas zonas de la cabaña ganadera de ovino, debida a un cambio en el manejo tradicional del ganado (en forma, espacio y tiempo) y al aumento de explotaciones semiextensivas.
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Picos de Europa Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio de montaña de la región biogeográfica atlántica que en sus 24.000 ha alberga un rango altitudinal que oscila entre los más de 2.600 m en Torrecerredo y los 320 m del valle del Cares, dando cabida a litologías calizas y silíceas, con claro dominio de las primeras donde se dan importantes procesos cársticos que han permitido el desarrollo de una gran número de cavidades y simas, superando alguna de estas últimas los 1.000 m de profundidad. El relieve abrupto con una diferencia de altitudes superior a 2.300 m condiciona una gran variedad climática, permitiendo a su vez el desarrollo de un gran número de ambientes, especies y paisajes. Las zonas calizas del Espacio se caracterizan por la abundante vegetación arbórea, principalmente hayedos, aunque también están presentes quejigares (como los que aparecen en el valle de Valdeón sobre laderas de solana), encinares (como los desarrollados en las escarpadas laderas del desfiladero del Cares y hasta el Monte Corona), avellanares y bosques mixtos de frondosas. Las zonas tradicionalmente pastadas y/o aquellas por encima del límite del bosque, están ocupadas por pastizales de muy diversos tipos y matorrales (principalmente aulagares y enebrales). Imponentes paredones rocosos, pedregales y canchales calcáreos y excepcionales turberas complementan estas zonas. Respecto a estas últimas destacan las turberas de la Vega de Liordes, enclave excepcional en la cordillera Cantábrica para la conservación de estos ambientes. En cuanto a los ámbitos de naturaleza silícea, están también densamente poblados por bosque. Destacan igualmente los hayedos a los que acompañan robledales y abedulares, además de aparecer puntualmente representaciones de castañares. El mosaico pastizal/matorral en este caso cuenta con abundancia de piornales, brezales y enebrales, junto con los paredones rocosos, pedregales y canchales silíceos, así como las también relevantes turberas. Completan el paisaje vegetal las vegas próximas a los ríos y arroyos y los bosques de ribera (fresnedas y bosques mixtos) y saucedas arbustivas que los jalonan. Los paisajes de alta montaña han sido transformados históricamente debido al efecto de la presencia de una importante cabaña ganadera en extensivo, existiendo numerosas vías pecuarias que recorren el Espacio, habiéndose desarrollado una gran variedad de tipologías de pastizal y matorral en función de su ubicación y manejo. Actualmente la expansión del matorral en detrimento de prados y pastos se debe en gran parte a la disminución en muchas zonas de la cabaña ganadera de ovino, debida a un cambio en el manejo tradicional del ganado (en forma, espacio y tiempo) y al aumento de explotaciones semiextensivas.
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Lagunas de Villafafila Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El paisaje de la zona se caracteriza por una suave orografía, con escasas pendientes y amplios horizontes, donde el cultivo del cereal de secano es prácticamente monoespecífico. A los históricos procesos de deforestación sufridos en la zona se ha unido en los últimos tiempos los efectos provocados por las concentraciones parcelarias que han supuesto la desaparición de la mayor parte de linderos, formaciones arbustivas y arbóreas que se mantenían en el Espacio, dando lugar en la actualidad a un paisaje altamente homogéneo y transformado. La pseudoestepa cerealista se encuentra dominada por los cultivos de cebada, trigo y alfalfa de secano, con alta importancia de las superficies de barbecho, adquiriendo gran valor por su funcionalidad las escasas superficies presentes de pastizales secos con vegetación natural y los pequeños pastizales húmedos que circundan a algunos arroyos. La horizontalidad del paisaje únicamente se ve interrumpida por algún cultivo forestal como alamedas (Populus alba), choperas (Populus nigra) o pinares de pino piñonero (Pinus pinea). En el centro del Espacio se localiza un complejo lagunar de carácter temporal, semiendorreico y salino, caracterizado por lo somero de sus aguas, que presenta un ciclo hídrico anual muy marcado por la alta estacionalidad de las precipitaciones. El carácter salino del complejo lagunar se debe a la gran cantidad de sales que impregnan los materiales terciarios que forman el sustrato y al efecto del endorreísmo de la cuenca. El acuífero terciario de la zona de Villafáfila es de aguas surgentes, que en su ascenso a los niveles superiores se "contaminan " por disolución con las sales que impregnan los sedimentos terciarios y se salinizan, contribuyendo también de esta manera a la creación de suelos salinos. En años de máxima inundación, el complejo lagunar ocupa una extensión de unas 600 ha. Las principales lagunas del complejo lagunar son la Laguna Grande de 192 ha, la Laguna de Barillos con 118 ha y la Laguna de las Salinas de 70 ha. Esta última laguna fue desecada en 1970 y recuperada por la Junta de Castilla y León en 1989. Las zonas húmedas conforman la parte esencial del Espacio y tienen distinta tipología (lagunas, charcas, lavajos, bodones, depresiones inundables, pastizales húmedos, juncales, etc.), incluyendo tanto zonas húmedas con lámina de agua permanente o estacional como criptohumedales (zonas húmedas pero sin lámina de agua), con una flora y vegetación halófila y subhalófila muy rica y variada tanto de hidrófilos como de helófitos, entre los que destacan las formaciones de Suaeda vera, las juncales de Juncus maritimus y/o Juncus subulatus, los pastizales vivaces dominados por Puccinellia sp y/o Camphorosma monspeliaca y las comunidades terofíticas halófilas o halonitrófilas de Salicornia ramosissima, Cressa cretica, Frankenia pulverulena, Salsola soda u Hordeum marinum. Cabe destacar también la importancia de la juncia o castañuela (Scirpus maritimus, S. litoralis y S. lacustris), al ser especies muy características del complejo lagunar. Sus formaciones han sufrido una fuerte regresión en todo el complejo lagunar debido al consumo de sus tubérculos por parte de los ánsares (Anser anser), lo que ha originado una alteración sustancial del paisaje lagunar y de sus condiciones ecológicas para la fauna.
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Cañon del Rio Lobos - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El Cañón del río Lobos constituye uno de los paisajes más espectaculares del centro de la península. A partir de la localidad burgalesa de Hontoria del Pinar, el río Lobos ha horadado, durante más de 20 km de longitud, un profundo cañón entre los materiales calizos del Cretácico Superior. Las calizas y dolomías del Mesozoico dan lugar a las parameras planas, paredes verticales en los cañones y relieves kársticos, mientras que las margas, más blandas y erosionables, suelen ocupar las vaguadas y zonas bajas de las laderas, con suelos más desarrollados y mayor abundancia de vegetación. Otros materiales que afloran en menor medida en el Espacio son arenas, arcillas, limos, areniscas, conglomerados y gravas. Los procesos de meteorización, como la gelifracción y la termoclastia, han intervenido también decisivamente en la configuración del paisaje actual del Espacio. En el Espacio se puede determinar la existencia de tres zonas con paisajes claramente diferenciados: el cauce y la vegetación de ribera asociada, con un caudal escaso y que llega a infiltrarse en el subsuelo, quedando tramos secos en época estival alternados con la existencia de pozas con una rica vegetación acuática dominada por la profusión de nenúfares (Nuphar luteum) juncales, prados húmedos, comunidades de ranúnculos acuáticas y saucedas; los cortados y roquedos que configuran el cañón, albergando una rica comunidad de vegetación casmofítica y la paramera, donde destacan las formaciones más occidentales de pino laricio o pudio (Pinus nigra subsp. salzmannii) y los bosques de sabina (Juniperus thurifera), estos últimos presentes sobre todo en la sierra de Nafría y en el entorno del pico Navas, el enclave de mayor altitud del Espacio con 1.352 m. De modo más puntual aparecen carrascales y quejigares. Los espacios abiertos entre estas comunidades son ocupados por pastizales psicroxerófilos y tomillares. Otras formaciones interesantes son los pastizales y turberas como los presentes en las dehesas boyales de Costalago o de Santa María de las Hoyas. Esta variedad de ambientes se ve enriquecida por los hábitats y especies ligados a los medios acuáticos (cursos de agua, lagunas, charcas y estanques temporales) y hábitats azonales (turberas, canchales, etc.). El modelado kárstico de los materiales calizos ha dado lugar a la existencia de un gran número de cuevas y simas, algunas de las cuales alcanzan una gran profundidad. Son frecuentes también las surgencias, destacando el afloramiento del río Ucero en el manantial de la Galiana, cuyas aguas proceden del drenaje subterráneo del acuífero kárstico del Cañón.
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Sierra de Guadarrama - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El espacio incluye la vertiente norte segoviana de la Sierra de Guadarrama, situada en el extremo oriental del Sistema Central, gran cordillera de disposición zonal (E-W) que separa las mesetas centrales de la Península Ibérica, alcanzando altitudes superiores a los 2.000 m. El relieve montañoso, su altitud y variable orientación, producto de la disposición de las unidades montañosas que se entrecruzan y confluyen en el Puerto de Navacerrada, elevan notablemente la diversidad de las condiciones ambientales de la Sierra de Guadarrama, otorgándole una gran variedad de ambientes y hábitats, con una flora y fauna singulares y de gran riqueza. La sierra de Guadarrama forma parte del zócalo hercínico ibérico. La constitución litológica de la sierra de Guadarrama es fundamentalmente paleozoica y está dominada por rocas silíceas metamórficas y plutónicas de carácter ácido: granitos, granitoides, gneises, cuarcitas, esquistos y pizarras. En el piedemonte aparecen zonas con restos de las cubiertas sedimentarias mesozoicas y cenozoicas que fueron más o menos desmanteladas en el proceso de la orogenia alpina. Se trata de rocas carbonatadas cretácicas (calerizos), arenas y margas miocenas, intercaladas entre glacis arenosos o limosos pliocenos o cuaternarios. Los enclaves calizos se conservan de forma alineada en las proximidades de las fallas principales que delimitan los bloques elevados centrales de la Sierra. Destaca la estratificación de la vegetación según el gradiente altitudinal, encontrándose, por encima de los 1.800 m de altitud pastos de montaña y vegetación arbustiva como piornales o enebros rastreros. Entre los 2.000 y los 1.000 m de altitud se encuentran extensas superficies de bosques de pino silvestre (Pinus sylvestris), cuya distribución se ha visto ampliada hacia las cotas basales de la sierra, acompañados de manera aislada por abedules, fresnos, tejos, acebos o serbales. Por debajo de los 1.400 m predominan los bosques de rebollos, encinas, quejigos y sabinas, acompañados de diversas formaciones arbustivas como tomillares, estepares y retamares. Numerosos arroyos y pequeños ríos atraviesan el área, formando en algunos casos profundos barrancos, y manteniendo algunos de ellos buenos ejemplos de bosques de ribera. Los paisajes de entornos rurales del piedemonte de la Sierra presentan una alternancia de setos arbustivos y arbóreos entre prados de siega y diente favorecidos por antiguas regueras, donde predominan fresnos y robles, frecuentemente trasmochados para aumentar la productividad y favorecer el pasto, dando lugar a las características dehesas boyales.
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Monte de El Pardo Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA Monte de El Pardo, cuyo origen es un antiguo coto de caza real, limita al sur con el casco urbano de la ciudad de Madrid. El monte se localiza en un entorno de clima mediterráneo de influencia continental, y se caracteriza por sus relieves suaves con pequeñas elevaciones y valles encajados sobre conglomerados y arenas arcósicas. En sus suelos predominan arenas de origen granítico procedentes de la erosión de la sierra de Guadarrama, localizada al norte de la ZEPA. Éstos se encuentran sometidos a algunos procesos erosivos que originan, localmente, barrancos y torrenteras. En la vegetación predominan las masas de quercíneas (Quercus rotundifolia) bien desarrolladas. La red fluvial se encuentra representada por el río Manzanares y el embalse de El Pardo, en el cual invernan y residen numerosas poblaciones de aves acuáticas. Por otro lado, la red viaria es escasa, apareciendo únicamente dos tramos de carretera y uno de vía férrea.
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Soto de Viñuelas Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El territorio de la ZEPA se caracteriza por su relieve suave y ondulado, dominado por un marcado clima mediterráneo-continental, con un doble periodo húmedo (primavera-otoño) y otro seco (verano). En lo relativo a su litología, destaca por la abundancia de arenas y conglomerados poco compactados que forman las facies detríticas del borde de la depresión terciaria de Madrid. Estos elementos presentan un origen mayoritariamente granítico, aunque pueden aparecer cantos metamórficos o calizos procedentes de otros lugares. La vegetación típica de la ZEPA se compone de encinares acompañados de jarales (Cistus sp.) y torviscos (Daphne gnidium). La red fluvial se encuentra escasamente representada, distinguiéndose únicamente unos pocos arroyos con desembocadura al río Jarama. Del mismo modo, la red viaria es prácticamente inexistente.
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Tablas de Daimiel Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Las Tablas se caracterizan por un relieve dominantemente plano y de campiña suavemente alomada, al igual que sucede prácticamente en toda la Mancha. Esta morfología es el resultado de la escasa incisión y encajamiento de la red fluvial; los ríos y los arroyos no han tenido la capacidad suficiente para desmantelar y evacuar el relleno del Mioceno y Plioceno, debido fundamentalmente a la falta de capacidad erosiva por la subsidencia de la cuenca (hundimiento continuado en el tiempo) que compensa la débil excavación realizada por los curos de la red fluvial. Junto a este factor, actúa la marcada tendencia del clima local a la aridez que se inició en el Pleistoceno. El espacio Red Natura se localiza en la confluencia de los ríos Guadiana y Gigüela, a unos 600 metros sobre el nivel del mar (607 m en la presa de Puente Navarro y 616 m en la isla del Pan). En condiciones naturales este humedal nunca llegaba a secarse, aunque la oscilación estacional de los niveles de agua era ostensible, y las variaciones anuales considerables. El equilibrio entre aportaciones superficiales y subterráneas, de diferentes salinidades y con variaciones estacionales, singulariza el funcionamiento de esta laguna fluvial. El paisaje de Las Tablas de Daimiel, al igual que en el resto de la llanura manchega, está profundamente caracterizado por la horizontalidad del terreno, en el que la diferencia de alturas queda comprendida entre los 599 msnm en la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela, y los 623 metros de altitud en el cerro Pochela. En torno a las Tablas de Daimiel se distinguen dos sectores bien diferenciados. Hacia el norte, el paisaje se caracteriza por la existencia de un encinar adehesado de Quercus rotundifolia en las fincas de Zacatena y Casablanca, testigo de lo que sería la vegetación clímax no solo en esta zona, sino en la mayor parte de la región castellano-manchega. Por el contrario, el sector sur muestra el resultado de la intervención humana en el paisaje, transformado estas zonas en un paisaje eminentemente agrícola. La característica fisionómica más relevante del paisaje del espacio en sí son las formaciones de helófitos, siendo la imagen más característica del mismo los corros de masiega alternando con láminas libres de agua. En la periferia y en las áreas menos profundas se localizan los carrizales, mientras que en los bordes, pero ocupando las depresiones, se encuentran las eneas. Destacan en el paisaje del espacio las distintas islas que surgen entre las tablas, algunas de las cuales se encuentran rodeadas por un cinturón periférico de tarayes, característicos de los humedales manchegos. De forma general, las Tablas de Daimiel constituyen una singularidad entre el paisaje de encinar adehesado del sector norte y las extensas tierras de regadío (antiguamente de secano) de los ámbitos más meridionales (Sánchez y Del Moral, 1992).
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Tablas de Daimiel Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Las Tablas se caracterizan por un relieve dominantemente plano y de campiña suavemente alomada, al igual que sucede prácticamente en toda la Mancha. Esta morfología es el resultado de la escasa incisión y encajamiento de la red fluvial; los ríos y los arroyos no han tenido la capacidad suficiente para desmantelar y evacuar el relleno del Mioceno y Plioceno, debido fundamentalmente a la falta de capacidad erosiva por la subsidencia de la cuenca (hundimiento continuado en el tiempo) que compensa la débil excavación realizada por los curos de la red fluvial. Junto a este factor, actúa la marcada tendencia del clima local a la aridez que se inició en el Pleistoceno. El espacio Red Natura se localiza en la confluencia de los ríos Guadiana y Gigüela, a unos 600 metros sobre el nivel del mar (607 m en la presa de Puente Navarro y 616 m en la isla del Pan). En condiciones naturales este humedal nunca llegaba a secarse, aunque la oscilación estacional de los niveles de agua era ostensible, y las variaciones anuales considerables. El equilibrio entre aportaciones superficiales y subterráneas, de diferentes salinidades y con variaciones estacionales, singulariza el funcionamiento de esta laguna fluvial. El paisaje de Las Tablas de Daimiel, al igual que en el resto de la llanura manchega, está profundamente caracterizado por la horizontalidad del terreno, en el que la diferencia de alturas queda comprendida entre los 599 msnm en la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela, y los 623 metros de altitud en el cerro Pochela. En torno a las Tablas de Daimiel se distinguen dos sectores bien diferenciados. Hacia el norte, el paisaje se caracteriza por la existencia de un encinar adehesado de Quercus rotundifolia en las fincas de Zacatena y Casablanca, testigo de lo que sería la vegetación clímax no solo en esta zona, sino en la mayor parte de la región castellano-manchega. Por el contrario, el sector sur muestra el resultado de la intervención humana en el paisaje, transformado estas zonas en un paisaje eminentemente agrícola. La característica fisionómica más relevante del paisaje del espacio en sí son las formaciones de helófitos, siendo la imagen más característica del mismo los corros de masiega alternando con láminas libres de agua. En la periferia y en las áreas menos profundas se localizan los carrizales, mientras que en los bordes, pero ocupando las depresiones, se encuentran las eneas. Destacan en el paisaje del espacio las distintas islas que surgen entre las tablas, algunas de las cuales se encuentran rodeadas por un cinturón periférico de tarayes, característicos de los humedales manchegos. De forma general, las Tablas de Daimiel constituyen una singularidad entre el paisaje de encinar adehesado del sector norte y las extensas tierras de regadío (antiguamente de secano) de los ámbitos más meridionales (Sánchez y Del Moral, 1992).
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Monfragüe y las Dehesas del Entorno Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
ZEPA conformada por el Parque Nacional de Monfragüe y las extensas dehesas que se extienden a su alrededor, con una superficie de 116.094 hectáreas repartidas por los municipios de Casas de Millán, Mirabel, Malpartida de Plasencia, Serradilla, Torrejón el Rubio, Toril, Serrejón, Casas de Miravete, Jaraicejo, Romangordo, Higuera y DeleitosaEl núcleo central, constituido por el Parque Nacional, se localiza en la confluencia de los ríos Tiétar y Tajo en el norte de la provincia de Cáceres y está formado por una sucesión de sierras con orientación sureste-noroeste, que son continuación de Las Villuercas. Los ríos se encuentran embalsados respectivamente por el Embalse de Torrejón-Tiétar y el Embalse de Torrejón-Tajo. Es atravesado de norte a sur por la carretera Ex-208 que une las localidades de Plasencia y Trujillo. Las sierras de Sierra de Santa Catalina, Sierra de las Corchuelas, Sierra del Espejo y Sierra de Piatones conforman el límite sur del Parque y las sierras de Serrejón, Herguijuela, de La Venta, de la Serra, del Mingazo y del Casar de Elvira el límite norte, existiendo sierras menores entre medias.El resto del territorio está representado fundamentalmente por extensas dehesas con zonas de monte mediterráneo más denso asociado fundamentalmente a los riberos del río Tajo y río Almonte, así como a sus arroyos tributarios, entre los que destacan el arroyo de La Vid y el de Las Mesas.Es de resaltar la presencia de amplias plantaciones de eucaliptos realizadas en el tercer cuarto del pasado siglo, que hoy están siendo sustituidas en su mayoría por arbolado autóctono, si bien es un proceso que llevará aún muchos años hasta la estabilización de la nueva vegetación y la recolonización por poblaciones faunísticas.Esta ZEPA se solapa con la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, contiene al LIC Monfragüe, de un tamaño ligeramente inferior a la ZEPA, y contiene a una parte del LIC ?Arroyo Barbaón y Calzones?
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Sierra y Cañones de Guara Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La Sierra de Guara es un macizo calcáreo que se integra en el conjunto de las Sierras Exteriores, conformando la alineación montañosa del Prepirineo central. Formada por calizas con grandes masas de pudingas y conglomerados (mallos) presenta un modelado p
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Ordesa y Monte Perdido Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este espacio se sitúa en la unidad fisiográfica del macizo de Monte Perdido, la montaña calcárea más alta de Europa, con 3.355 metros. La característica principal de su paisaje y, por lo tanto, lo que más llama la atención, es la sucesión de crestas, agu
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Ordesa y Monte Perdido Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Este espacio se sitúa en la unidad fisiográfica del macizo de Monte Perdido, la montaña calcárea más alta de Europa, con 3.355 metros. La característica principal de su paisaje y, por lo tanto, lo que más llama la atención, es la sucesión de crestas, agu
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Cuenca de Gallocanta Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El espacio se sitúa, a más de 1000 metros de altitud, sobre un extenso complejo endorreico de unas 55.000 ha de extensión, en plena Cordillera Ibérica. De entre los numerosos humedales que podemos encontrar destacan la Laguna de Gallocanta, la Laguna de l
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