Hydrocoloeus minutus (Pallas, 1776) Nombre:

Gaviota enana

Ámbito:

Marino

    Origen:

Nativa

    Identificador:

14071

Se distribuye de forma irregular y es relativamente escasa a lo largo del litoral peninsular, pero básicamente sus efectivos se concentran en la costa cantábrica en Asturias y Galicia. Es muy escasa o está ausente en Baleares, Ceuta, Melilla y Canarias. Además de su mayor frecuencia en la costa asturiana y gallega, destaca ligeramente su presencia en el golfo de Cádiz, mientras que en el Mediterráneo, los mayores índices de probabilidad se muestran en la costa norte de Tarragona. Aunque está presente regularmente en el País Vasco y en el litoral cántabro no existen cifras notables de individuos.

En Andalucía oriental y el resto del litoral levantino el número de ejemplares invernantes es muy escaso comparado con los del noroeste peninsular. También es poco frecuente y generalmente con cifras inferiores a cinco individuos en embalses del interior, lo que ha sido norma habitual en años anteriores (Gómez Crespo, 1999; Martínez y González, 2000). Esta distribución encaja parcialmente con lo publicado en otros años por diversos autores (Erard, 1966; Díaz et al., 1996), que señalaban al litoral levantino como un área importante de invernada merced a su presencia regular y a registros puntuales de grandes bandos en el litoral catalán (Carrera et al., 1981).

Su irregularidad ya fue citada por Saunders (1877), quien la daba como abundante en Málaga “algunos días” en invierno de 1868. La distribución invernal del mapa es acorde con Bermejo et al. (1986), quien además recomendaba reafirmar en el futuro las altas cifras obtenidas en Huelva en el primer censo de gaviotas y charranes invernantes de 1984, y más recientemente con COA (1996) y Sandoval (2008), quienes aportaron cifras máximas en Asturias y Galicia en noviembre y durante el paso otoñal.

Sin embargo, en el Mediterráneo la frecuencia y abundancia son mayores en enero y en el paso primaveral hasta mayo, datos coincidentes con Garrido y Alba (1983), Bourne (1993), Paterson (1997), Hernández (2008) y Clarabuch (2011). Los registros otoñales en el litoral Mediterráneo son menos frecuentes. Está ligada a medios acuáticos, típicamente en aguas neríticas (García-Rovés y García-Rovés 1989; Il'icev y Zubakin, 1990), y más probable de encontrar en la costa durante el desarrollo de vendavales (García Sánchez, 1993; Paterson, 2002).

No en vano, la cornisa Cantábrica, donde es más frecuente, es la que recibe de lleno los azotes de los fuertes temporales del noroeste originados en el Atlántico norte durante el otoño. A pesar que es capaz de subsistir al invierno alimentándose en alta mar, inclusive de descartes pesqueros (Valeiras et al., 2009a), no desdeña acercarse a la costa e incluso adentrarse al interior en busca de otros recursos como peces pequeños, crustáceos, gusanos e insectos (Garrido et al., 2002). En este sentido, los censos de aves acuáticas invernantes muestran su preferencia por estuarios, marjales, albuferas y embalses.

Los humedales de Doñana en Andalucía, ría de Liencres-Mogro en Santander y la albufera de Valencia serían los lugares más importantes para la especie, aunque hay que tener en cuenta el bajo número de individuos invernantes con que cuenta la Península. Las áreas con mayor probabilidad de presencia coinciden con regiones marinas de altos valores de producción primaria y reclutamiento larvario de peces (Estrada, 1996; Porteiro et al., 1996). Se desconoce la evolución de la población invernante en España, ya que no hay datos de seguimiento en décadas anteriores salvo los censos de acuáticas invernantes.

Teniendo en cuenta únicamente la información aportada por estos censos, se puede decir que no presenta cambios notables salvo algún invierno en el que las condiciones climatológicas especialmente adversas puedan acercar más aves a la península Ibérica. A pesar de esta tendencia más o menos estable es necesario destacar que el número de ejemplares censados en humedales, invierno tras invierno, es bajo (máximo nacional de 129 ejemplares desde 1999). Los muestreos desde cabos aportados por la red de observatorios de aves y mamíferos marinos (RAM) tampoco dan una tendencia clara, ni en el Atlántico ni en el Mediterráneo.

El grueso de la población mundial nidifica en Rusia y Finlandia (Olsen y Larsson, 2004). En España no hay recuperaciones de anillas suficientes para esclarecer el origen de las gaviotas enanas invernantes. De las tres existentes, una procedía de Finlandia y dos de Letonia (MARM, 2011), con lo cual se puede suponer que al menos parte de la población invernante es originaria de estos dos países.

En España se han anillado 18 aves sin que haya habido constancia aún de alguna recuperación (MARM, 2011).

Invierno: mar abierto cerca de la costa,lagunas, graveras, embalses, marismas,etc.

Invierno: 1.300 individuos.

Propuestas: - Control de la posible caza ilegal. - Vigilancia de vertidos de hidrocarburos. - Estudio de los efectos de los sistemas de pesca. - En el interior, protección legal estricta de los invernantes.