Conyza albida Willd. ex Spreng. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

176

Se trata de una especie originaria de América del Sur.

Florece de julio a noviembre. Se reproduce exclusivamente por semilla, de dispersión principalmente anemócora y secundariamente antropócora.

Se trata de una planta nitrófila y de ecología ruderal, que prefiere los suelos removidos, ricos en nutrientes, abiertos y con escasa vegetación. Es tal vez la más termófila de las especies del género Conyza presentes en España, por lo que su distribución geográfica es básicamente costera y meridional.

En América del sur, donde es autóctona, se trata de una mala hierba agrícola perjudicial. En nuestro país, debido a los tipos de hábitats que invade, por lo general de muy escaso valor ecológico, no suele ser una especie peligrosa desde el punto de vista ambiental, aunque se debe tener en cuenta que es una de las pocas plantas introducidas en las islas Columbretes, lo que puede tener consecuencias muy negativas en una zona insular de tan reducida extensión donde, además, la especie puede encontrar las condiciones de nitrofilia que precisa gracias a la nitrificación producida por las aves marinas.

A [Tabarca], AB, AL, B, C, CA, CO, CS [Columbretes], CR, GC [Gc], GI, H, HU, J, L, LE, LU, M, MA, MU, NA, OR, PM [Mll, Mn, Ib, Formentera], PO, SA, SE, T, V. Tendencia demográfica estable a nivel global al encontrarse presente de manera muy generalizada, aunque pueden, sin embargo, aparecer “de novo” poblaciones locales abundantes.

Por sus apetencias ecológicas arvenses y ruderales, no suele causar daños importantes al medio natural. En los cultivos agrícolas, puede controlarse por los procedimientos habituales de control de malas hierbas, como el laboreo, la siega (plantaciones frutales) o la aplicación de herbicidas. En este último caso, pueden emplearse diversos productos con acción sobre especies del género Conyza, como aminotriazol, asulam, 2,4- D, glufosinato + MCPA, imazapir, terbutrina + simazina, etc. En lo que respecta a su presencia en las islas Columbretes, debe ser erradicada completamente por medio del arranque manual, repitiendo el proceso cuantas veces sea necesario y durante el tiempo preciso, hasta que quede asegurada su completa desaparición.