Sisymbrium cavanillesianum Castrov. & Valdés Berm. Nombre preferente:

Jaramago de Cavanilles

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

8455

Endemismo del centro y sur de la península Ibérica. Varios núcleos disyuntos confirmados en las provincias de Albacete, Granada y en el contacto entre Madrid y Toledo. Debe confirmarse su presencia en Ciudad Real, de donde se recolectó en el Moral de Calatrava. Existen además citas antiguas en Aragón y Castilla y León, donde no se ha vuelto a encontrar desde hace varias décadas.

Es un jaramago que ha podido pasar desapercibido por su parecido a otras crucíferas de ecología y hábito similar.

Hierba anual o bienal que reacciona rápidamente tras las lluvias otoñales, germinando profusamente a partir del banco de semillas del suelo y completando rápidamente su ciclo reproductivo. Por el pequeño tamaño de sus flores se ha sugerido la autogamia.

Vive en la actualidad en hábitats secundarios, sobre sustratos arcillosos, margosos o yesíferos, en el piso mesomediterráneo, frecuentemente cerca de cauces de arroyos, formando parte de comunidades ruderales o de barbechos y bordes de cultivos. Entre las especies acompañantes se encuentran Sisymbrium runcinatum, S. austriacum subsp. hispanicum, Salsola vermiculata, Marrubium vulgare, Asteriscus aquaticus, Scolymus hispanicus, Thapsia villosa, Ziziphora aragonensis, Iberis pectinata, etc.

Se han confirmado trece poblaciones, aunque con separaciones importantes entre las tres grandes regiones conocidas de la especie. Si bien las últimas citas aragonesas tienen más de un siglo de antigüedad y deban probablemente darse por desaparecidas, merecería la pena insistir en la búsqueda de otras poblaciones manchegas o andaluzas. Al tratarse de una planta principalmente anual, presenta fluctuaciones extremas interanuales en el censo de individuos, debido sobre todo a la irregularidad climática de las zonas donde habita: las precipitaciones oportunas de 2016 y 2017 han sacado a la luz nuevas poblaciones albacetenses y granadinas y mayores censos, después de años de recuentos poblacionales declinantes.

Para las poblaciones que están en parques eólicos se hace necesario el vallado. Es importante completar la recolección de semillas para su almacenamiento en bancos de germoplasma. Debe proseguirse la búsqueda en localidades de las que no se ha tenido noticia reciente. Urge aprobar el plan de conservación de la especie coordinadamente entre Madrid y Castilla-La Mancha.

Mantener los usos del suelo y los medios ruderales donde proliferan poblaciones de la especie, dado su carácter arvense.

Los cambios de uso agrícola, el empleo de herbicidas en campos y bordes de caminos o el pisoteo y la artificialización se cuentan entre las presiones más generalizables. La cercanía de parques eólicos o de repoblaciones en las inmediaciones de algunos núcleos pueden ser fuente de amenazas futuras más intensas. Puede además verse perjudicada por la competencia natural con otras especies, como su congénere S. runcinatum.

Alguna población ocupa una extensión muy reducida y alberga pocos cientos de individuos, lo que la convierte en muy vulnerable.

Parte de las localidades albacetenses están en el LIC “La Encantada, El Moral y Los Torreones”, mientras que en Madrid aparece en el LIC “Vegas, cuestas y páramos del Sureste”. En El Moral (Albacete) se introdujeron individuos en 2004. Existe un Plan de Gestión sobre el LIC albacetense aprobado en 2015, a cuyo amparo los servicios técnicos de Castilla-La Mancha han comenzado a monitorizar regularmente dichas poblaciones.